"Entonces arrojó las monedas en el templo, y fue y se ahorcó.
Luego cayó de cabeza y se reventó, y se le salieron todos los intestinos".Mt. 27, 5 y Hechos 1, 18.
Ciudad de Anglet, año 2009:Habiendo tenido que atravesar el Océano Atlántico por alrededor de 17 horas, Gabriela Portale llegaba a su destino. Agarró el poco equipaje que llevaba consigo y bajó de su avión, junto al resto de pasajeros, al mismo tiempo que el sol anaranjado de las siete de la tarde iluminaba su camino. Al entrar en el aeropuerto, esperó a recoger su maleta y llamó a su amiga, una vez que se le fue entregada.
- ¡Hola, amiga! ¡Ya llegué! ¿Estás acá vos?
- ¿Cómo estás, Gaby? ¡Sí, desde acá te veo! ¿Me ves?
Gaby estiró su cuello, buscando entre la multitud, hasta que la encontró. Al verse, se acercaron y Gaby fue recibida con un cálido abrazo.
- ¡Hace tanto que no te veo!
- ¡Sí! ¿Cómo estuvo tu viaje? ¿Todo bien? - le preguntó la entonces joven hermana Mónica.
- Estuvo muy cómodo.
- Ahhh... Hace tanto no viajo en avión. A veces pienso que me gustaría, pero después me acuerdo de que les tengo fobia a las azafatas y se me pasa.
- ¿Por qué les tenés fobia a las azafatas?
- No sé.
- ¿Y cuándo fue la última vez que viajaste en avión?
- No sé.
- Bueno... ¿Y vos cómo estás?
- Permitime decirte, Gaby... No sé.
Mónica acompañó a Gaby hacia la salida del aeropuerto, dejando a sus espaldas las enormes letras del "Aéroport de Biarritz-Pays Basque".
- ¡"Woooow"! - Gaby quedó cautivada por la ciudad, los edificios eran hermosos, la arquitectura era clásica y la gente se veía feliz.
- ¡Bienvenida a Anglet, compañera Gaby!
- ¡Es realmente hermosa! - exclamó, siendo la primera vez que pisaba la ciudad francesa.
- ¡Hermosa mi concha, Gabriela! Vamos, nuestro vehículo nos espera. A lo mejor llegamos para la misa de las ocho - la apuró Mónica, abriéndole la puerta del taxi que las esperaba.
Una vez dentro de él, Gaby disfrutó el paseo por la ciudad, al mismo tiempo que Mónica funcionaba de guía turística; ambas pacientes a llegar a su destino.
- ¿Te gustaría una taza de té, querida? - le ofreció Mónica, sacando dos tazas y una tetera de su bolsillo.
- ¡Sí, gracias!
- Pero mira que es té blanco, es uno de los tés típicos de Francia.
- Me gustaría probarlo.
- Excelente. ¿Cuántas cucharadas de azúcar?
- Dos, por favor.
- Muy bien, entonces te pongo cuatro.
- ¡Muchas gracias!
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MILAGROSA WAR: Las crónicas de Anglet
Mystery / ThrillerDiez años antes de los acontecimientos de "MILAGROSA WAR", la ciudad de Anglet presenciaba el mayor misterio criminal de su historia. Solo la Congregación de las Siervas de María podría resolver este entramado inextricable.