El sol cayendo tras la cadena de elevadas tierras, perpendiculares a mi mirada y a la tuya, que descansan sobre la creación. El viento, acariciando tiernamente los sauces, quizá para que se abstengan de llorar, aunque sea por un fugaz atardecer de enero. Esa misma brisa, y también la que sientes, ha de inundar de sequedad, mi piel clara, y como no, esa tierra que transporta el viento, que balancea los cucumelos, como si algo quisiesen diagnosticarme, desertifica mi gran bigote. ¿Qué los cucumelos que? Creo recordar... Bueno, no lo sé, realmente.La creación quiera, el devenir rubio para mi fiel flequillo, amarronado cada vez más. ¿Cómo terminé en Sudamérica si en el pasado fui un vikingo? Que perfecto sentir, el navegue hacia nuevos mundos, la mudanza a adicionales mares, en los que el aire helado arqueaba mi cuello, conforme a un deseo de sacar a relucir mi mayúscula nuez de adán, en virtud de vanagloriarme frente a la bella Gerd, diosa de la fertilidad, que jamás pude conseguir. Sepas disculpar el divague. Sufriendo estoy, huyendo de la cárcel del subyugue mundano, como tú al compartir el cucumelo con mi ser, o bueno, estoy abarrotado de locura. Solo tengo una reciente mayoría de edad, probablemente sea joven para dicho estado, pero ¿Quién sabrá?.¿El Cometa Halley no orbitaba en 2061? ¿Por qué de repente anocheció? Que preciosidad, que no nos merecemos. Ese azulado claro que asoma en su cabeza... Me ha de transferir la serenidad necesaria para los astros. Paraíso exhibe en su cola violácea, demostrativa del lujo y nobleza de la creación, que nos permite vivir esta aventura de locos. De todas formas, tenía por captado que dicha criatura astronómica vagaba por nuestro cielo negro... ¿Cómo se llamaba?... ¡Espacio! ¡Ahí viene! ¿O despacio se decía? Gracias cucumelo.Y sí, estaba en mis narices y justo antes de romper con el esquema de brisas que penetran mi sistema respiratorio y luego se van sin avisar, Halley se frenó. Bajándose un ser otorgador de un gozo ostensible.Más allá del regocijo, tenía miedo, mucho miedo y confusión. Haciéndose presentes, colores y olores desconocidos, inhumanos, o mínimamente inalcanzable, para el tipo de humano que predomina en la creación. Tal bípedo llega sin escalas a sentarse junto a mí.—¿Así o más claro? — me cuestiona sin expresión—¿Perdón?——Que no he muerto. Y nunca seré víctima de aquello.—En ese momento, sentí como mi guía, el cerebro, convergía con el mayor amigo y enemigo que padezco y disfruto, mi corazón. Mis pensamientos y creencias, pasaron apabulladas de peso, por sobre mi cuerpo, como un holograma. Era el momento, de entender el significado y profanar la verdad inaudita para mi existencia. Era el momento, de ajustar mi confusión vital.—Tan poderoso, pero no posees el don de la metáfora —retruqué— quizá se lo podrías pedir a algún desterrado——Tanta inteligencia brindada y tan precaria lógica y pobre respeto. Jamás en ninguno de mis planetas, campos, y océanos, ni en ninguno de los idiomas o frente a alguna de mis especies pasadas, moriré, falleceré o pereceré. Soy el camino, la verdad y la vida. Soy abundancia. Soy el pájaro de los cielos y el lirio de las tierras. Soy la libertad. Soy el universo, como así también mi creación. He de ser la bondad. Soy el destino y el locus de la perfección. Quien siga mi paso, conseguirá la gloriosa y dichosa vida eterna, plagada de paz.— agregó, con grata grandeza, a decir verdad.—Te asesiné aunque no lo creas. Unas simples letras e ideas bastaron para tu ocaso. Ente monótono, que te crees capaz de controlar nuestra mirada, y actos, mientras desentrañas y decides nuestro porvenir deviniente.——El infierno te regocijará de grato modo— añadió, riendo— Y de paso, conocerás al desterrado——Cómo mi ser, creer en tu amor. Como mi ser desconfiado, creer que si nos creaste, nos originaste no a tu conveniencia, o a tu disposición. Parecido a artesano moldeando su vasija. Eres un imposible. Una contradicción— Grité, llorando.—¿Cómo no creer en mi amor por vosotros?. ¿Amas a tu esposa?, ese es el mismísimo amor que siento por tu, y tú, y también tu, y por cada criatura humana rondando por mi patio. Amémonos unos a otros. Todo aquel que ama ha sido creado y conoce a su esfinge originadora.——No eres el mismo desde hace tiempo. Estás ahí, y los del bien lo tenemos inculcado. ¿Por qué yo he de desear vivir una vida futura, cuyo entrenamiento mundano es fundacional en mis posibilidades de accederle?. ¿Por qué quien observa estas letras, formando vocablos, va a preferir no vivir humanamente? No vivir humanamente, bajo los paradigmas societarios y obligaciones morales, impuestas pura y exclusivamente por ti. Dime la razón por la cual eres más importante que yo. Dímela si puedes. Confío en mis sentidos y les rezo. Confío en mis capacidades y les oro. Confío en mí y me adoro. Déjame ser quien forje el porvenir, o el ser que defina lo malo y lo bueno para su mismo vivir.— dije con gran seguridad y sentimiento, como desquitándome —Dios no ha muerto. Dios ha resucitado. Ha revivido en la naturaleza, no en la iglesia. Alejados de la malicia y contrariados a la bondad, trascendiendo el bien y el mal, solo los grandes hombres marcaremos el pisar. Explotaremos nuestra naturaleza, nuestro poder humano y siempre predicaremos, que Dios es una forma de vida, los superhombres: la vida en forma.—Y de un momento a otro esa luz colorida se transformó en una tenue pero digna de encandilar, de la que brotaban unos celestes y blancos que se confundían con la terraza de la creación, el cielo. De todas formas, más allá de mi tímida y muy borrosa visión, vi como se disipada caminando, en dos patas, a través de un agujero negro con verdosos detalles.
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Dioses por Doquier
RandomNo nos dejan explotar nuestras capacidades. "Dioses por Doquier" desafía los límites de la realidad y abre las puertas de la imaginación. En estas palabras, las metáforas danzan con la poesía y la filosofía. Te dejarás cautivar por la magia de las...