3

378 23 1
                                    

Como Henry ya se habia tardado más de 10 minutos, todos terminamos sentados en el sofa viendo nuestros telefonos. Me llego un mensaje de Henry. "Emergencia con Ray, tengo que irme inventa una excusa tardare un rato." Decia el mensaje. Mire a Jasper y Charlotte quienes parecian que tambien les llego uno.

—Uh... me llego un mensaje de Henry.— Hable captando la atencion de todos. —Dice que no llegara en un rato.

—¿Porque?— pregunto Piper.

—Si. ¿A donde fue?— siguio la señora Hart.

De repente el papá de Hen salio de detras del sillon.

—Es un truco. Nos tenemos que esconder.— Dijo el.

—El mensaje dice: "tengo que irme inventa una excusa."— Dijo Jasper, mi amigo el que no piensa.

Char y yo nos miramos para despues agachar la cabeza y suspirar.

—¿Inventa una excusa?

—No, no, no, no,— nego Char varias veces. —no "inventa una excusa" sino... ¡Inventa una excusa! Si,— Esta saliendo peor de lo que pense. —Dijo que tenia que excusarse para que fueramos por maquillaje.

—Si! ¡Y que lo compremos!— Le segui el juego a Charlotte.

—¿Henry usa maquillaje?

—Lo han visto sin el.— Dijo Jasper provocando que mi amiga y yo suspiraramos de nuevo.

Henry.

Bajamos al banco de sangre haciendo una entrada muy buena (como siempre) para encontrarnos con... ay no. ¡¿Jeff?!

—¡No te muevas!— Dijo Capitan Man.

—Si, no te muevas Jeff...

Despues de decir su nombre Ray y yo nos quejamos. Pelear con Jeff, el criminal mas tonto de Swellview, siempre era una perdida de tiempo.

—¡Porfavor!— Me queje.

—¡Es Jeff!— dijo Ray de la misma manera.

—Eso veo.— dije obvio.

—¡Es un idiota!

—¡Eso ya lo se!

—Uh... ¿ustedes tienen otro martillo?— Hablo ahora Jeff. —Grande, si es posible.

—¿Porque tendriamos un martillo?— Dijo Ray.

—Y si lo tuvieramos, ¿porque te lo dariamos?

—¿Y porque robas el banco de sangre?

—Porque los bancos tienen dinero.—no es posible. —Miren el tamaño de esta caja.

—¡No es una caja, es un refrigerador!

—Y se abre...— me acerque al refrigerador para abrirlo. —jalando la palanca.— Lo abri.

Jeff nos miro a los dos como si no pudiera creerlo.

—P...pero el letrero dice banco y...— siguio diciendo cosas que ya no quise escuchar.

—¿Sabes que?— Me voltee hacia el y comenze a aturdirlo con el laser mil veces. —¡No puedo hacerlo amigo!— empece a decir estresado—¡No puedo hacerlo! ¡No puedo hacerlo! ¡Hoy no!

Ray se acerco, me quito el laser y puso su mano en mi hombro para tranquilizarme.

—Esta bien. Esta bien. Esta bien.

—¡No puedo hacerlo!

—Tranquilo.— mire a Ray y le dispare una vez mas a Jeff.

—¡No puedo hacerlo amigo!

—Shh. Tranquilo.

Estaba tan enojado que creo que comenze a llorar.

—Lo siento amigo... es que...— me tranquilize. —Enserio quiero estar en mi fiesta ahora y con Paige...

—Oye, oye!— me interrumpio.
—Jamas te disculpes por aturdir a Jeff.

Tomo el laser y le dio otra vez.

—¡Ahora vete de aqui chico cumpleañero!

—¿Enserio?— Sonrei incredulo.

—Si, lo tengo.

—¿Me puedo ir?

—Ya, vete.— dio palmadas en mi espalda y yo me acerque a la soga en la que bajamos.

—¡Gracias amigo! Mi papá fue a la... a la nueva tienda de pasteles.— dije mientras tomaba la soga.

—¿Uno o dos pasteles?— se volteo hacia mi.

—Si, compro el ultimo pastel helado de diez leches.

—¿Diez leches?

—Aja.— Ray tomo la soga.

—¿Diez?

—¡Exacto! ¡10!

—¡¿Diez leches en un pastel?!

—¡Si!

—¡¿Y porque estamos aqui cuando deberiamos estar en tu casa comiendo ese pastel?!

—Uh... porque "los superheroes y sus ayudantes no se toman dias libres".— imite sus palabras. —¿Recuerdas que lo dijiste?

—Si pero quiero pastel asi que vamos. ¿Listo? ¡Por la cuerda!

Tratamos de subir por la soga de nuevo pero no se pudo. Trate de ayudarlo a el pero tampoco.

—Por cierto,  ¿a que lo ataste?— Dijo Ray despues de que los dos hayamos dicho cosas sin sentido mientras tratabamos de subir.

—Uh... creo que a un aire acondicionado.

—¿Enserio?

—Si, creo que es bastante fuerte.— jale varias veces la cuerda. —Asi que, no creo que vaya a ningun lado...

Dije y justo el aire acondicionado... se cayo.

—Usemos la puerta...— Dije.

—¡Por la puerta!— Dijo ahora Ray.

Salimos para ir a casa y comer ese gran pastel.

Labyrinth || Henry HartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora