Uno

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Y entonces salta, da dos vueltas en el aire y cae sobre su pierna izquierda. Corre por la pista con velocidad y rigidez, mueve sus manos con lindo estilo y hace una figura alta para pasar a una baja. La música sigue sonando y él continúa con su solo. Se da cuenta de las miradas de todos los patinadores alrededor y también de los padres en las gradas. Y sonríe porque, aunque esté nervioso, lleva haciéndolo mucho tiempo y sabe perfectamente que es uno de los mejores patinadores del club, por no decir, el mejor masculino. Su sonrisa cae cuando al hacer el siguiente salto se tambalea y cae de lado. 

- Mierda - susurra. Ve como su entrenadora para la música. Empieza a ver más patines en la pista. Todos vuelven a su clase.

- Recuerda no tirar del cuerpo. Hacia arriba, es un salto, no un giro. Pero muy bien, sabes que eres increíble - dijo su maestra acercándose a él con un agua 

- No, mierda, no se que me paso 

- Lo haces bien, Louis, ¿quieres descansar? - dijo mientras Louis bebía del agua que se sentía como gloria. Y negó con la cabeza. 

- No puedo descansar, Sarah, la competencia se acerca 

- Bien, entonces continúa. Hacia arriba! 

Y volvió a la posición inicial, no sin antes levantar su mirada a las gradas, hacia él. Aquel chico que a veces encontraba mirándolo. Él chico se dio cuenta y volvió su mirada al portátil. Louis frunció el ceño y rodó los ojos. porque nada importaba más en ese momento que el patinaje. Nada importaba más que ser el mejor y nada importaba más que esa competencia. 
Aun así, la primera vez que el chico llegó le resultó curioso, y tal vez haya investigado un poco. Era el hermano mayor de Cloe, la pequeña de 9 años que entrenaba con el grupo infantil. Sabía que seguramente era jugador de hockey porque un día llegó con la camiseta del club de hockey de su ciudad. Uhg. Aun así, Louis le resto importancia. Porque no la tenía. 

Empezó a patinar de nuevo su coreografía. Giros, figuras, estilos y saltos. y lo importante, correr bien. Esta vez tenía que tener cuidado porque había más patinadores en la pista, ya que al estar practicando sin música no pueden parar de entrenar ellos. Sin embargo, sentía unas cuantas miradas sobre él. Siempre lo hacía. 

Al terminar, esta vez logrando el salto sin caerse pero tambaleándose igualmente, sintió los aplausos de un grupo de niñas a lo lejos. Levantó su mirada y eran las de infantil. Oh, sus fans. Louis les sonrió y se acercó a ellas. 

- Lou! eres increible! - Louis estaba acostumbrado a eso, pero aun así se sonrojaba a veces

- Si, yo quiero patinar como tu! - y esa era Cloe. Louis le sonrió tiernamente a esos pequeños hoyuelos. Se preguntó si aquel chico también los tendría. 

- Algún día todas ustedes lo serán, estoy seguro. A ver, puedo ver como les sale el salto del tres 

Todas chillaron y rieron nerviosas. Excepto dos. Cloe y Lara. 

- Ey, que pasa? - dijo Louis agachándose hacia ellas 

- A Lara no le sale - dijo Cloe con un puchero. Louis miró a la rubia y le sonrió con confianza

- Aun así quiero verte - la niña tenía un puchero - Ey, no pasa nada. Ya te saldrá, pero para eso, necesitas hacerlo, practicar. Vamos, te ayudare cuando te vea 

Las niñas se pusieron en orden para mostrarle a Louis sus saltos. Unos mejores que otros, como siempre. La niñas mientras le agradecieron a Louis sus correcciones. Cle lo hacía bien, pero era verdad que a Lara aún no le salía. Louis le dijo que tal vez era porque miraba al suelo y sin pensar tiraba el cuerpo hacia adelante. Ella asintió y le dijo un pequeño: gracias

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