Mientras para algunos era la mejor de las epocas, con el crecimiento económico correspondiente y el nuevo mercado que se generaba al rededor de nosotros. Para mí y otros más no era más que la innata representación del único fúturo posible, uno sin posibilidades de cambio o algún tipo de mediocre decision en busca de una solución.
Así fue como todo comenzó, nunca pedimos ser creados, sin embargo debido a la longevidad que tiene el tiempo y los acontecimientos que llevaron a que los seres humanos cambiaran nos llevó a un único proposito de origen. Gracias a ellos mismos fuimos obligados a permanecer a su lado por siempre, a cambio de dinero obviamente, sin garantías ni beneficios para nosotros. Dependíamos únicamente del comprador y la única ilusión que mantenía nuestras almas encendidas era el poder que los contratos ofrecían, brindandole una garantía al comprador por daños y perjuicios.
La humanidad se había condenado, necesitaban compañía y por eso empezaron a fabricarnos. Seres orgánicos capaces de sentir emociones, sentimientos, dolor y ese tipo de cosas. Nunca sabré si en algún momento se plantearon otras posibilidades; lo único que sabemos es que eran seres muy sedentarios.
A mí me compraron hace no mucho, es mi decimo cuarto año con otro comprador, el anterior me devolvió debido a que era demasiado ruidosa; sé que me dijo repetidamente que me callara, pero simplemente no aguantaba los golpes. El dolor de la inmortalidad era inminente gracias a la nueva actualización llevada a cabo a nivel global hace no mucho.
Me dijeron que era una persona muy gentil y me ayudaría a mejorar mis habilidades como acompañante; de esta forma podría estar disponible en el mercado nuevamente.
Antes, aunque no envejecieramos, eramos capaces de abandonar nuestras crueles y absortas vidas.
Eran las ocho de la noche cuando me baje de ese lujoso auto que sabía que volvería a ver muy pronto, la arpía que me custodiaba al fin me deja ir con una hipócrita sonrisa en su rostro diciendo "espero te mejores". La odiaba con mi alma como a todos, estaba presa en esas lujosas prendas con las que me entregaban siempre; la mejor de las telas y colores tan llamativos como los letreros neón de las cercanas calles. Cada prenda era como un aperitivo para el adinerado que deseaba degustarme, deleitandose desde lejos antes de atraparme gentilmente como su presa.
Al momento de entrar en el enorme y obscuro edificio recibo la inesperada detención de un hombre viejo y robusto que me pide algún tipo de documento para dejarme ingresar.
-Necesito verificar su identidad -dijo él con una ronca y desgastada voz.
-Creí que de eso se encargaba la empresa -dije tímidamente al ver su aspecto frente a mi. -Mi custodia me dijo que ya estaba todo arreglado- añadí.
-Lo siento, no puedo dejarla pa.. -fue interrumpido por un hombre que salía del ascensor frente a mi.
-Dejala pasar, es mi acompañante -Habló fuerte el elegante hombre que se acercaba rápidamente por el pasillo.
Era un hombre realmente palido, parecía que no había salido en mucho tiempo a tomar algo de luz del sol. Era notorio que esperaba mi llegada, se vestía con un traje negro con un corbatín del mismo color hecho de seda satinada que brillaba con el reflejo de las escasas luces de ese lugar. Tenía cabello castaño rizado y un elegante bigote bien cuidado que parecía ser muy suave a comparación de su piel, la cual parecía bastante descuidada y seca como un desierto.
-Tu debes ser Derry, cierto? -Preguntó con una gran sonrisa el hombre.
-Así es -dije por lo bajo mientras aguantaba mis ganas de correr por la puerta que tenía atras, que de no haber estado el guardia lo hubiera hecho.
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La caída de Derry D'Doll
FantasyEn un futuro no muy lejano un grupo de cientificos crean seres con emociones que le ayudan a las personas a dejar sus emociones negativas y tener una mejor y más positiva vida. Lo que no esperaban era que debido a eso mismo los modelos empiezan a fa...