es una historia de terror y misterio que sigue a un grupo de amigos que deciden pasar la noche en una casa abandonada con un oscuro pasado. A medida que la noche avanza, comienzan a suceder eventos extraños y aterradores que hacen que los amigos se...
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Moxxie corría por los pasillos sin poder ver, sus pies golpeando el suelo con un ritmo desesperado. De repente, se encontró con una puerta de metal que parecía esperarla. Su nombre estaba escrito en la puerta, en letras grandes y negras. De repente, una voz amplificada por un megáfono resonó en el pasillo, "¡Abre la puerta y espera tu sorpresa!". Moxxie se estremeció de miedo, pero su curiosidad la impulsó a abrir la puerta.
Comenzó a abrir la puerta poco a poco, con una sensación de terror creciente. Pero justo cuando estaba a punto de ver lo que había al otro lado, se detuvo. Se dio cuenta de que estaba alimentando el juego, haciendo exactamente lo que querían que hiciera. Con un gesto de rabia, cerró la puerta con fuerza, haciendo un gran estuendo que resonó en el pasillo.
Y entonces, gritó con todas sus fuerzas, "¡No soy tu jodida muñeca! ¡Yo soy una maldita estrella y nada en el mundo me lo quitará! ¡Porque yo merezco serlo y nadie me la va a quitar!" La voz del megáfono se calló, pero Moxxie no se detuvo. Corrió por el pasillo, sin saber hacia dónde iba, pero sabiendo que tenía que escapar.
Pero pronto se encontró sin salida. Los pasillos se habían convertido en un laberinto sin fin, y Moxxie estaba atrapada. La voz del megáfono resonó de nuevo, "No puedes escapar, Moxxie. Eres nuestra muñeca, y siempre lo serás". Moxxie se detuvo, con la respiración agitada, y se preparó para enfrentar lo que viniera después.
Moxxie estaba acorralada entre el sucio ventilador que sorprendentemente todavía funcionaba y una pared con un agujero enorme. El asesino se acercó lentamente, con una sonrisa siniestra en su rostro. Moxxie no podía moverse, estaba atrapada.
El asesino se detuvo frente a ella y, con un movimiento lento, se destapó la cara. Moxxie gritó al ver su verdadero rostro, desfigurado por cicatrices y marcas de acné. Una parte de su cara estaba cubierta de arrugas y surcos, como si hubiera sido quemada.
"¿Quién eres?", preguntó Moxxie, con la voz temblando de miedo.
El asesino se rió, mostrando sus dientes amarillentos. "Soy Brian", dijo, con una voz baja y peligrosa. "El asesino de la calle Spooner".
Moxxie se quedó helada al ver al asesino de la calle Spooner, Brian, frente a ella. La forma en que se reía y la miraba la hacía sentir una rabia incontrolable. "Te refieres a Stewie", dijo Moxxie, con la voz temblando de ira.
Brian movió la cabeza, asintiendo con una sonrisa siniestra. "Sí, mi querida Moxxie. Tú me recuerdas a él. La misma pasión, la misma energía... la misma capacidad para hacerme sentir vivo".
Moxxie se lanzó hacia él, con las uñas extendidas y los puños cerrados. "Eres un monstruo", gritó, golpeándolo con todas sus fuerzas.
