HIKYORY

El comienzo de la gran guerra

Las fiestas que se hacían en Kazán siempre eran las mejores, pero esta eran echa por los emperadores, los gobernantes del país, quienes eran venerados por el país como a dioses, y la fiesta del día de hoy era en honor a la mayor alegría del país, la hija de los emperadores.

El emperador Kano, que como su nombre dice era un hombre muy poderoso y con mucha superioridad y hambre de grandeza, muy alto, su cabello pelirrojo muy obscuro, casi color fuego (era usual en la realeza del reino de Kazán, pero también en los barrios muy pobres,) tenia una barba bien cortada. Kano se encontraba en una habitación del palacio real con Kazumi, una trabajadora del palacio, delgada, no muy alta que digamos, y definitivamente no tenia poderes. Ella y Kano se habían enamorado desde que eran niños y el la vio sonriendo, una sonrisa de oreja a oreja, lamentablemente el se había tenido que casar con una señora de alta clase llamada Mai.

- Oye Kano, creo que ya no deberíamos vernos, tu ya tienes ua familia, y... por mas que te ame no puedo seguir con esto, no quiero arruinar tu familia por dios vas a ser papa, ni ser plato de segunda mesa.

Kazumi estaba agarrando sus cosas y estaba por irse cuando Kano la agarro de la mano, puede que el se viera muy grande, pero tenia un gran amor por Kazumi. Pero hasta el sabia que eso no podía seguir, no por el bien de ambos, aun así no quería dejarla ir, hasta que se entero que iba a ser padre no había amado a nadie tanto como a Kazumi, Pero debía hacerlo, debía dejarla.

-Esta bien, pero no importa que pase, recuerda que siempre te amare-

La beso tan profundamente para recordar para siempre ese momento...

Kano regreso a la fiesta, se acerco al centro de estay se sentó en su mesa superior en medio del gran salón al lado de su esposa.

-Donde estabas?

-No es de tu incumbencia

La emperatriz se volteo indignada

La música fue bajando poco a poco, todos los invitados empezaron a mirar al emperador que iba a hacer un anuncio.

-Gracias a todos nuestros invitados por venir. Todos saben que la principal razón de esta fiesta es la platica y planeación de nuestro plan de llevar nuestro estío de vida a todo el continente, y no dudo que que todos estemos emocionados y entusiasmados por ponerlo en marcha-

(Sonrió maliciosamente)

Los invitados rieron junto a el mientras tomaban tragos de sus bebidas. Acabo con las risas moviendo sus manos con poder para indicar que guardaran silencio.

-Pero tengo un anuncio mucho, mucho mas importante, me place anunciarles que mi esposa y yo tendremos una heredera al trono.

La multitud enloqueció en gritos y felicitaciones a los emperadores, estaban encantados con la notica de su nueva princesa. La fiesta no termino sino hasta dos días después, pues la fiesta se siguió a todos los bares y cantinas del país, ya que todo el el mundo se había enterado de esa gran noticia. Era claro que esa niña iba a ser además de ser hermosa ( belleza que iba a heredar de sus pare) iba a ser muy amada.

Al mes de ese suceso Kano se encontraba en un barco de guerra rumbo a Arau, país de los dominantes de la tierra para empezar a llevar su "Estilo de vida" que en realidad era su forma de decir que iban a conquistar, la codicia de Kano nunca se satisfacía, sin importar el poder que el tuviera sobre sus ciudadanos y esclavos, el siempre quería mas. El se encontraba en la punta del barco, iba seguido de toda una flota que tardo años en construir y su armada entera adentro de sus barcos. Las personas iban y venían por todo el barco.

-Muchas felicidades por tu hija Kano debes de estar muy feliz, veras que tener hijos en toda una bendición- dijo uno de sus consejero de guerra que se había acerado a el, y aparte era su primo, el príncipe Yasuhiro

-Gracias Yasu, solo espero lograr mi objetivo antes de su nacimiento, no me detendré hasta lograrlo-

Las trompetas de guerra empezaron a sonar, se estaba acercando al primer pueblo que iban a atacar.

-Por cierto, Kazumi se a ido del Palacio- Yasuhiro sabia toda la historia de el y Kazumi y en desde cierto punto de vista compadecía a su primo por no poder amar a quien el quería -Se que ella significaba algo para ti-

Solo era una simple sirvienta- Respondió secamente - No le des importancia a algo tan insignificante Yasu, en este momento tenemos cosas mas importantes por la cual preocuparnos.

Yasu solo se quedo callado, sabia que a su primo le dolía, pero jamás lo aceptaría.

Acababan de llegar al lugar y Kano daba la orden a sus tropas de atacar al pequeño pueblo de Arau. Se empezaron a oír gritos de mujeres y niños por todos lados, no se podía ver nada por el humo del fuego lanzado de los soldados, la mayoría de ellos podían controlar el fuego, los intentos por combatirlos de las personas del pueblo usando tierra control fueron en vano. El ejercito de Kano había arrasado con el pequeño pueblo en cuestión de minutos, tanto era su poder del fuego y el de sus soldados, solo lo mejor de lo mejor. Dando así inicio a una guerra mucho mas grande de lo que el se hubiera esperado, una guerra que duraría por años.

A los supervivientes los llevo a su prisión de máxima seguridad donde les tocara un destino peor que el de los muertos...

Siguieron años de destrucción y muerte por todo el continente, mientras crecía el miedo en los paises de Ekitai (Agua), Arau, y Ueno (Aire), mientras todo esto sucedía la hija del emperador y la guerra cumplían 15 años.

El nombre concebido a la princesa de Kazán fue Aiko "Niña amada", creció bajo la mejor educación de todo el imperio con los mejores entrenadores y maestros, y como su padre, fue toda una prodigio en el control del fuego llegando a perfeccionar tanto sus poderes que también llego a controlar la llama azul, pero aun así, con la gran belleza que tenia no podía cambiar el echo de que era una niña caprichosa, malvada, malcriada y vil.

Veía la guerra como algo que tenia que alimentar, algo natural para ella, y mucho mas importante, lo veía como algo divertido, aplica en su caso el dicho "De tal palo, tal astilla" y no solo por el lado de su padre, su madre la emperatriz Mai aunque aparentaba ser una mujer bondadosa y amable era todo lo contrario.

El pueblo creía que Aiko con su gran poder a tan corta edad acabaría con la guerra de una vez por todas, pero todo Kazán y los paises a su alrededor se encontraban equivocados, la persona que iba a acabar con la guerra era una chica de lo mas normal que se encontraba a en los mas profundo de la capital de Kazán, no muy lejos del palacio real. Su nombre era "Akira"