dangerous

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Jeongin siempre odió su vida.

¿La razón? Sus padres, unos malditos alcohólicos que lo único que hacían era complicar cada vez más su miserable existencia.

Su familia siempre estuvo rota, ellos jamás le mostraron afecto ni cuidaron de él, no estuvieron en sus momentos más importantes ni lo guiaron para ser un hombre de bien. Ellos simplemente lo trajeron al mundo.

Ahora con 19 años, Jeongin lo único que esperaba era poder salir de su casa y olvidarse de sus padres; o que ellos jamás regresaran y así no tuviera que verlos nunca más.

Lastima que ninguna de esas cosas sucedió.

Como era de costumbre sus padres lo único que hacían por las tardes, hasta altas horas de la madrugada, era beber. No había más, por eso mismo Jeongin siempre se mantenía encerrado en su habitación con sus audífonos puestos, evitando cualquier sonido del exterior. Evitando a sus lamentables padres.

Esa día no había sido la excepción, sin embargo, hubo un golpe demasiado fuerte que lo hizo asustarse.

Pronto todo comenzó a empeorar.

Con su corazón latiendo con fuerza retiró sus audífonos, descalzo y en silencio se acercó hasta la puerta tratando de escuchar lo que sucedía afuera. Pero no hubo más.

Volvió despacio hacia su cama y con calma se sentó en la orilla de esta, se mantuvo unos segundos en silencio, simplemente observando fijamente la parte inferior de la puerta de su habitación. Todo parecía seguir con normalidad.

Hasta que algo comenzó a iluminar con demasiada fuerza el pasillo de su habitación, un fuerte olor a quemado llenó sus fosas nasales y de pronto noto que una especie de humo se colaba por su puerta.

Su casa se estaba incendiando.

Con desespero tomó su celular y salió lo más rápido que pudo, al diablo con sus padres, simplemente huyó de ahí.

La noche era fría y más en aquel barrio de "clase baja", como todos lo llamaban, normalmente nadie que no fuera un locatario, se atrevía a entrar por esas calles. Por eso Jeongin se extrañó cuando alguien lo llamó.

—Oye, ¿qué crees que haces?

Un joven policía había recibido un reporte de un supuesto incendio justamente cuando estaba por ir a casa, claro que no disfrutaba su trabajo, ni siquiera sabía por qué había decidido ser policía. Estaba realmente jodido, además aquel barrio era horrible.

Ni dios se paraba por ahí.

Seungmin era el nombre de aquel policia; estaba cansado y deseaba ir a casa, ahora mismo no se sentía capaz de tratar a alguien con amabilidad, por eso mismo aquella pregunta que hizo sonó tan grosera.

—Viendo mi casa quemarse.

Jeongin contestó con simpleza sin apartar su mirada del fuego, estaba bastante concentrado en ver como lo único seguro que tenía se consumía lentamente.

—¿Acaso tú hiciste eso? —preguntó Seungmin refiriéndose al incendio.

Jeongin negó lentamente aún sin verlo, tenía ganas de llorar pero las lágrimas no salían.

—Mira chico —Seungmin comenzaba a desesperarse—. No es lindo estar a estas horas en un lugar como este, agradecería tu cooperación. Tendré que llevarte a la comisaría.

Jeongin parpadeo lentamente mientras escuchaba todas aquellas palabras. Desde que aquel hombre llegó no lo había observado, no sabía que era policía. Hasta que mencionó el arrestarlo.

Playing Dangerous | seunginDonde viven las historias. Descúbrelo ahora