Inesperado Amigo

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Sigo viva!!! Sé q no lo parece pero estoy intentando regresar

Y en esta historia, no hay mejor cap para volver que este, oficialmente se ha juntado en este cap, el crossover con otra historia que tengo... Los sucesos de Principe del Olimpo al fin dejan constancia que han ocurrido aquí y si la has leído, sabrás cuales son sino no te impacientes, tarde o temprano, Hefesto sabrá que él ha llegado a dónde está, por influencia de otros dioses, que aunque Hera no quisiera, consideran que Hefesto pertenece al Olimpo y al Olimpo le llevarán cueste lo que cueste, nos leemos, chau

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Alguien hablaba a Hefesto, jamás le había visto, pero muchas veces a la llegada de Filotes, Hefesto parecía motivado, inspirado en lograr sus labores y con cautela, pero conmovida de verle tan dedicado, Filotes se apoyaba en la mesa verle hacer hasta el momento en que el dios dejaba de hacer y alzaba la mirada hacia esa mesa y algo en la amistad palpitaba en su pecho al saberse percibida por él

"¿Alguien hay?" dudaba las primeras veces no muy seguro de ello y solía sonreírle cuando ella se materializaba, pero con el tiempo, la frase cambiaba a "¿Qué haces ahí?" consciente que era ella, porque cuando era ella, todo se sentía diferente y entonces la intriga surgía en la amistad queriendo entender aquello que le dijo un día cualquiera mientras aceptaba una de las manzanas que traía ese día para ofrecerle hacer un receso y no muy convencido de ello, terminó por acercarse a la mesa y aceptó el descanso siendo la primera vez que él iniciaba la conversación con la diosa

-¿Son muchos los dioses que se diluyen del ojo divino?- dudó de repente

-¿Tal vez?- respondió ella dando un pequeño bocado a uno de los duraznos- todos mis hermanos lo hacen, mi madre aún más, siempre hemos creído que es otorgado por padre- continuó meditabunda- Erebo nos dota de tinieblas, podemos movernos entre ellas y ocultarnos también del ojo divino como si un velo oscuro les cubriera los ojos- explicó fascinada y afirmando a ello Hefesto se rascó la barba

-No creo que sea solo algo de ustedes- musitó no muy seguro captando del todo la atención de la diosa- ¿Quiénes más?

-Los primordiales- respondió sin pensarlo siquiera- todo aquel dios que domine el destino, incluso el divino y... todos los que no son dioses de tareas, sino ¿acciones?- definió lo mejor que pudo y contrariado Hefesto frunció el ceño apuntalándose en la mesa- ya sabes, caos, paz, adversidad, oportunidad, todo aquello de lo que hasta ustedes son participes- explicó y eso al parecer llegó de orgullo el pecho del dios

-Imagina al gran señor sabiéndose inferior a tantos seres, capaz que es algo que ignora- imaginó y sonrió ampliamente- imagina a la insolente de mi madre enterándose de ser nada comparada con tales seres- soñó despierto ver su orgullo tan afectado, en su sitio Filotes se abstuvo de exhalar, pero solo le tomó la mano

-Ella lo sabe- prometió para desilusión del pelirrojo- no sé si saben que seres son, pero al menos saben que hay seres superiores a ellos, Zeus incluso teme a mi madre, ni siquiera le hace frente, pero...- no quiso continuar, dolió ver el destello complacido en el dios- aquellos que influimos hasta en las vidas divinas, no seguimos las ordenes de los dioses, sino de seres superiores- explicó con obviedad y aunque sonaba lógico, es algo que solo recién se detenía Hefesto a pensar

-¿Cómo es eso posible? Los escogen o solo naces sabiendo que obedecer a esos seres- dudó intrigado por esa otra categoría de inmortales, Filotes ladeó la cabeza como si nunca se lo hubiese preguntado antes

-Supongo que ellos nos escogen- dedujo no muy segura- yo siempre lo he sabido, pero desconozco si él alguna vez vino a mí y me dijo o nací sabiéndolo- reconoció y ante el silencio de Hefesto se tuvo que explicar- cada quien tiene sus superiores... el mío es Eros y por encima suyo, Moros y Tesis... Caos no tanto- reconoció con orgullo pese a intimidarle pensar en Caos- pero el más inmediato, es Eros, el hermano de mi madre... es el primordial más hermoso y puro de todos los seres, mi hermano Moros ha anunciado que habrán más Eros con el tiempo, pero ninguno como mi... tío- sonrió absurdamente de imaginarse diciéndole así- es una eminencia- explicó el desvarío que parecía- sería incapaz de acercarme así a él, él... él nos ama a todos, pero no por eso puedes ir con tales confianzas, hay una jerarquía- intentó explicar de imaginar siquiera llegando ante tan magnánimo ser de ojos vinotinto y correr a abrazarle o trenzarle el cabello como hacía con todo ser querido que tuviera la amistad, se ruborizó de siquiera pensarlo perdiéndose en sus propios pensamientos

El Amor de HefestoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora