Amanecí En Tus Brazos

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La vida ha sido complicada para los integrantes de la Tokyo Manji quienes cargaban con sus propios problemas incluso desde antes de pertenecer a la pandilla, en particular el caso de Sano Manjiro era un tanto más radical al de la mayoría pues ese hombre que eligió separarse de todos creyó que ni siquiera estaba bien respirar en el mismo ambiente que las personas a las que lastimó.

Entre las razones ocultas en el pasado que el mismo consideró como parte de la experiencia de vivir, estaban los mejores y peores momentos que atravesó de la mano de las personas que amaba. Eran un recuerdo opaco de lo que tuvo y no supo cuidar, tal como las emociones que no encontraba ni en lo profundo de su ser, pues no sentía nada tras alejarse de todos. Se vio así mismo como un cascaron vacío durante los siguientes años hasta la adultez.

En sus veinte y algo de años no fue más que una plaga para la sociedad, se mantuvo en la venta de drogas, a veces metiéndose en peleas clandestinas, un estilo de vida horrible que no recomendaría a nadie; pero que proyectó como un castigo justo para él.

Por más fuerte que los rumores vanagloriaran a su antiguo "yo", la realidad es Mikey se debilitó al descuidar su cuerpo y ya no era ese sujeto Invencible que las multitudes clamaron. Salió de un encuentro resultando ganador, pero mal herido, divagaba en sus pensamientos bajó el manto de la noche lluviosa para el momento en que se reencontró con el amor de su vida.

Ryuguji Ken.

Fue un cruce fugaz de miradas, Ken pasaba por el mismo callejón para cortar camino por el que Manjiro iba saliendo. Ryuguji jamás hubiese reconocido al actual Mikey sino hubiera visto esos ojos que tanto conocía y amaba. Mikey se percató rápido lo que pasaba y trató de huir, no llegando muy lejos.

Esa noche la pasó sin segundas intenciones en el departamento de Draken, el mayor solo curó sus heridas e intentó sacar alguna explicación de la situación de su invitado. No obtuvo nada al instante por lo que prefirió no forzar el dialogo. A la mañana siguiente su acompañante le entregó lo que esperaba, no hace falta decir que le siguió una discusión candente por el arrebato de Mikey con su decisión tan descabellada.

Escapando de la residencia del Ryuguji, el menor no quiso volver a cruzarse con él nunca más; sin embargo, la vida como de costumbre se le mofó en la cara y le puso de frente a Draken en cualquier oportunidad, fuese favorable o no, como la ocasión en que estuvieron atrapados dentro del mismo ascensor por dos horas. El tiempo fue suficiente para seguir hablando de temas que ambos se guardaban muy bien. Mikey se mostró firme en su idea del aislamiento pese a las interacciones pasadas y, aun así, Draken no contempló la opción de rendirse. No pensaba dejarlo ir nuevamente.

Tuvieron varias salidas informales como dos buenos amigos, o como dos perfectos extraños que alguna vez tuvieron un vínculo tan puro y, por ciertas circunstancias, estaban volviendo a conocerse. Los sentimientos lastimados del pasado surgieron una vez más para buscar el consuelo que antes se les fue negado, con suerte podrían haber florecido bajo esa nueva luz, y así fue. Mikey aceptó la mano que Draken le ofreció para caminar juntos en el futuro que les deparaba. Manjiro necesitaba ayuda profesional y Ken se aseguró de permanecer a su lado durante todo el proceso, sus heridas sanaban en compañía del amor.

Es sorprendente cuando se detalla con puntualidad el paso veloz del tiempo en la vida de las personas, siendo entonces que dos años transcurrieron desde que Draken encontró a Mikey en un callejón oscuro de una noche lluviosa, o desde que Mikey caminó hacia Draken sin darse cuenta que se trataba de él.

Ahora en el presente, Mikey abrió sus ojos en el momento justo donde los rayos de sol luchaban contra las cortinas y al tallar sus ojos descubrió la presencia de humedad, mas no se alarmó, se dio así mismo una sonrisa genuina al reparar en la razón de tales gotas pues por primera vez en mucho tiempo había vuelto a llorar de alegría. Fue capaz de pasar la noche sin pesadillas y despertar sin respiraciones agitadas ni lágrimas gruesas de la angustia. Ya no se sentía el pecho contraérsele de dolor con solo existir, en cambio sintió la dicha recorrer cada rincón de su cuerpo y alma, lo que pensó por mucho tiempo que no se merecía volver a experimentar.

     —Nee nee Kenchin, deberías ver lo que provocas en mí, hazte responsable —Señaló con un tono risueño mientras alzaba levemente su cabeza para mirar al dueño de sus suspiros y sobre quien estaba recostado desde hace unas horas atrás.

Sano Manjiro reposaba sobre el pecho de su pareja a la par que se encargó de repartir caricias en pequeños caminos de forma circular por sus brazos y delinear su rostro con la mirada para tener siempre presente su imagen en lo más profundo de mente y corazón ¿qué importaba que lo conociese demasiado bien desde que eran infantes? de esa manera podría verlo aún si llegara a enceguecer. Amaba el simple hecho de poder estar junto a su amor, eso es lo que más atesoraba, que momentos como esos no debían desaparecer en su memoria.

Ken parecía estar a punto de despertar gracias a las atenciones brindadas y tal como sospechaba la escena se presentó. Si Manjiro prestara especial atención podría haber escuchado un bajo mensaje en específico, algo parecido a un "buenos días, amor mío", pero no tuvo la certeza de ello. Por rutina prefiere acallar cualquier ronquido inentendible con sus besos, miles besos, y así lo hizo.

     —Manjiro, cariño ¿por qué tanto amor desde temprano? —Ken detalló con una risa un tanto áspera en su voz adormilada.

     —Es que, me haces muy feliz, Kenchin. Quiero quedarme así contigo un rato más —Mikey se estiró para atrapar el cuello de su amante entre sus brazos en una clara señal de no querer separarse durante un largo tiempo.

     —¿De verdad? entonces hagamos eso. —Ken sonrió. Rodeó la cintura de Manjiro mientras que entregaba suaves besos en la coronilla y se deleitaba con los dulces sonidos que obtuvo en respuesta.

Estuvieron durante horas en aquella habitación desordenada compartiendo besos, miradas de anhelo, caricias y palabras de amor que les recordaba cuanto querían proteger la felicidad que poseían. Sus vidas pasaron de emociones fuertes y delicadas desde que el principio, pero pese a los problemas se mantenían juntos pues ambos portaban en sus corazones el mismo deseo escrito a fuego.

«Ser feliz a tu lado, tal como hoy amanecí en tus brazos»

Fin


Notas: Espero que les haya gustado xd pensar que llené dos hojas con ideas de diferentes parejas para al final solo hacer una sola x'''d 

Por cierto (o゜▽゜)o☆ es el segundo de mis fics que lleva un título en español, el primero fue "Somnofilia"

Sin más que decir, realmente espero que les haya gustado este trabajito y lamento que sea tan corto, con el tiempo escribiré historias más largas. Me lo prometí. Son libres de expresar sus opiniones en torno al fic. (〃 ̄︶ ̄)人( ̄︶ ̄〃)

ค๓๏г ๓í๏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora