¿Flores O Mala Hierba?

Capítulo III

Harry tuvo que ser obligado por Remus para regresar al Instituto Shin Hwa, fue una tarea titánica de la que ambos tendrían pesadillas incluso muchos años en el futuro; pues sólo la fuerza sobrehumana de Remus y su valentía (estupidez) de Gryffindor fueron suficientes para cometer insensatez de entrar al cuarto de Harry y sacarlo de la cama.
Obligándolo a someterse a la tortura que es convivir y coexistir con adolescentes mimados y crueles.

La siguiente semana no fue mejor, lo único que Harry encontró agradable fue la compañía de Jan Di y Min Ji. Harry incluso logró convencer a Jan Di para permitir que Min Ji y él le den clases de etiqueta. A cambio Jan Di les enseña natación a ellos.

—¿De que me servirá esto? —se quejó Jan Di.

—Si hay algo que moleste a los ricos es ver a alguien "insignificante" siendo mejor que ellos en algo que consideran de "clase y cultura" —Harry corrigió a Jan Di en su postura.

—Eso es verdad, Jan Di —estuvo de acuerdo Min Ji —. También tienes que aprender a vestir y contestar de manera correcta.

—Ustedes, par de demonios, quieren que deje de ser yo —protestó Jan Di.

—No, niña, pero es importante saber comportarse. Nunca sabes cuando va a ser necesario.

—Jan Di, sabemos que es difícil, pero Harry tiene razón. En el Instituto Shin Hwa es común asistir a cenas de gala, bailes o eventos de sociedad —Min Ji agregó—. Es un completo fastidio aprender modales y no te imaginas la tortura que será aprender a caminar con tacones.

—¡¿Qué?! ¿Tacones? ¡No! ¡Me niego! ¡No lo haré! —grito Jan Di, negando rotundamente. Ella no se torturaría así. No señor, por supuesto que no.

—Mírala, Min, la pobre ingenua aún cree que tiene opción.

—Es tan linda, me recuerda a mi yo de 13 años.

—¡Ay, esta bien! —Jan Di se levantó del suelo y con un gesto de obstinación agregó; — Lo haré si Harry también lo hace.

—¿Hacer qué? —pregunto Min Ji.

—Usar tacones.

—¿Qué?

Ambas chicas se enfrascaron en una pequeña discusión, Jan Di alegó la injusticia de que solo Min Ji y ella sufrieran por los tacones, mientras que Min Ji parecía estar entre escandalizada y a punto de estallar en llanto; sin importar cuan amigable pueda ser Harry, él sigue siendo de una familia más poderosa que ella y sus tutores podrían no ser tan amables con ellas si se llegan a enterar de la sola sugerencia.

—Jan Di, no puedes ser así, solo estamos tratando de facilitar tu vida en un futuro próximo —Min Ji casi le rogo a Jan Di.

—¡Pero, Min! No es justo

—Esta bien, ya basta de pelear. —Harry miro con atención a las dos y continuó—. Quieres verme con tacones, Jan, me veras en tacones entonces. Pero si lo hago mejor que tú entonces no podrás usar nada que no sean zapatillas de tacón alto por una semana.

—¡Hecho! —aceptó Jan Di de inmediato. Pobre niña ingenua, pronto aprendera el error de sus acciones. Jan Di pronto descubriría lo mala idea que es hacer apuestas con Harrison Potter.

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—¡No te quedes a tras, Jan!

—Harry, por el amor de Dios, ve más despacio —suplico Jan Di. Harry demostró ser experto en el uso de tacones y no sólo eso; Jan Di podría jurar que el niño nació para usar tacones. Su pericia en el arte no hizo más que confirmar sus creencias. Incluso sospecha que sí él se vistiera de manera más femenina y usara un poco de maquillaje, nadie sería capaz de imaginar que  Harry es en realidad un chico. La estructura delgada, musculatura leve y definida, acompañada de su increíble agilidad hacían de Harrison Potter una persona demasiado andrógina. Solo hace falta un ligero cambio en la entonación de su voz y suavizar un poco la línea de la mandíbula.