Flores ardientes Chat noir/Adrien Agreste x male reader

Festival flores ardientes

Narrador protagonista
Es hoy. Es hoy. Hoy es el día. Mi cumpleaños. Además, coincide con el Festival de Flores Ardientes, una celebración que ocurre una vez al año en diferentes países y ciudades. Este año, será en un bosque cerca de París. Un lugar perfecto para compartir con mis amigos. 

Invité a todos mis compañeros. Claro, no todos pudieron venir. Marinette, por ejemplo, al principio iba a negarse, pero apenas mencioné que Adrien asistiría, cambió de opinión en un segundo. No es difícil descifrar sus razones. 

Ahora estoy esperando a mis amigos en las casas rodantes que mi hermana alquiló para la ocasión. Sí, ya sé, pinche rica. Todo está decorado con luces cálidas y algunos detalles rústicos que le dan un toque mágico al lugar. Poco a poco, mis invitados empiezan a llegar. 

Primero fueron Alix, Rosita, Juleka, Kagami y Nath. Luego Nino, Adrien y Alya hicieron su aparición. Como era de esperarse, Marinette fue de las últimas en llegar. Pero aún faltaban dos. 

—Hola, plebeyos. Ya llegó por quien lloraban —se escuchó una voz familiar. La rubia de coletas altas llegó acompañada de su inseparable Sabrina. 

—¡Chloe! ¡Sabri! ¡Vinieron! —exclamé, sintiendo una alegría que sabía que sería cuestionada por más de uno. Convencer a Chloe de asistir no fue tarea fácil. 

—Claro que vine, desperdicio de oxígeno. Es decir, pasar tiempo con esta gentuza —miró a los demás de reojo, dejando claro su opinión—, sin contar a Adrien-boo, claramente. No es que me alegre, pero por ti... puedo hacer una excepción. —Chloe habló con su habitual tono altanero. Al voltear, vi a Marinette con el ceño fruncido y a Alix lanzándome una mirada que gritaba "¿en serio?". 

—Te lo agradezco —respondí, intentando sonar neutral. Por más molesta que sea, Chloe sigue siendo mi amiga. 

—Sí, sí, ¿dónde iré yo? Espero que sea aceptable, al menos. —Exigió mientras cruzaba los brazos con un aire de superioridad. 

—Las chicas irán en esta con puerta roja, y los chicos en esta con puerta verde —expliqué, señalando las casas rodantes. 

—¿Casas rodantes? ¿En serio crees que voy a quedarme en algo como eso? —preguntó con una mezcla de indignación y asco. 

—Son de lujo, Chloe. Mi hermana las eligió para que estuviéramos lo más cómodos posible. Deberían cumplir tus estándares —aclaré, tratando de sonar paciente. 

Chloe me miró con los ojos entrecerrados antes de suspirar dramáticamente. 

—... Lo acepto, pero me ofende muchísimo. ¡Sabrina! —exclamó, mientras su asistente personal comenzaba a cargar las maletas. 

—Feliz cumpleaños, T/N —dijo Sabrina al pasar junto a mí, con una sonrisa sincera. 

—Sí, sí... Feliz cumpleaños, desperdicio de oxígeno —agregó Chloe, subiendo detrás de ella. 

Antes de que pudiera responder, sentí que alguien me jalaba del brazo. Era Marinette, quien me llevó a un rincón apartado del resto. 

—¿En serio invitaste a Chloe? —preguntó, cruzándose de brazos y mirándome como si acabara de cometer un crimen. 

—Pues sí, Coletas, es mi amiga —respondí, tratando de mantener la calma. Su mirada seguía llena de reproche, y no la culpo. Chloe no es precisamente la persona más fácil de tolerar. 

Suspiré, intentando explicarme mejor. 

—Mira, sé que Chloe no es la mejor persona, pero realmente me gustaría pasar mi cumpleaños con todos mis amigos. Eso la incluye a ella y a Sabrina. ¿Podrías intentar no tomar en cuenta su presencia? Por mí. —Dije, cambiando mi tono a uno más suplicante y poniendo los ojos de cachorro.