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- Dijo que va a cenar aquí- escuchó a lo lejos la voz de Pete y la siguió.

- ¡Que mierda! – Kinn replicó y Vegas solo sonrió apurando sus pasos adentrándose al comedor principal.

Kinn y Porsche se encontraban sentados en el gran comedor con sus platos ya servidos y Vegas solo sonrió como saludo.

- Ya te hacía en la comodidad de tu mansión Vegas. – Kinn lo saludó.

- Prefiero unirme a la comida familiar primo- buscó con la mirada a la mujer del servicio y se dirigió a ella. – sirve dos platos más por favor.

La mujer solo asintió y se perdió de la vista de los Theerapanyakul

- Pete siéntate con nosotros por favor.

- ¿Vegas? – Porsche preguntó con cautela, no por el hecho de que Pete se sentara con ellos, no era la primera vez realmente, ya que en varias ocasiones Peta había acompañado a Porsche, si no por el hecho de que era Vegas quien lo estaba pidiendo.

- ¿Qué Porsche? - Vegas volteó a verlo levantando una ceja. – mandan al pobre Pete a seguir por noches, lo mínimo es que se merece una cena decente, ¿o no primo?

Kinn y Porsche voltearon hacia Pete con curiosidad y Porsche con algo de miedo, Vegas lo había descubierto.

- No fue por él primo, lo suponía hasta que lo confirmaste cuando le pediste que me siguiera hace un rato – explicó, no quería que Pete se metiera en problemas en su trabajo- Porsche, deberías aprender a no hablar cuando la gente aún se encuentre cerca, un día de estos puede significar algo mortal – lo amenazó con sutileza.

La mujer de la cocina se adentró al área del comedor interrumpiendo la réplica que la pareja sentada en frente de Vegas tenía. Sirvió con rapidez los dos platos y dejó el salón rápidamente.

- Pete, siéntate. - exigió viéndolo fijamente. – no lo pediré otra vez.

- Si Khun Vegas- Pete rápidamente se aceró y se sentó sin pensarlo, la acción hizo que el consolador que se encontraba dentro de él lo penetrara con más profundidad haciéndolo temblar ligeramente.

Vegas sonrió cuando vio el temblor en el cuerpo de su novio y apretó el botón del control que tenía en su mano encendiendo el vibrador dentro de interior de Pete.

Pete saltó en su asiento, apretó los labios guardando el gemido que amenazaba con salir y prestó suma atención a su plato ignorando las miradas que sus jefes le daban.

Cenaron en silencio, el sonido de los cubiertos era lo único que se escuchaba, Pete rogaba en su interior que eso fuera suficiente para cubrir el ligero zumbido del vibrador que aún estaba dentro de él martillando su próstata.

Se sentía tan lleno con el vibrador encendido en su interior, el juguete golpeaba con fuerza su próstata con cada onda, su pene palpitaba, se sentía apretado y tan duro contra sus propios pantalones, sentía la humedad transpirar en su ropa interior. Se sentía tan cerca.

Vegas sonrió, tenía su mirada puesta sobre Pete, sonreía cada que veía al mayor estremecerse cada vez que Vegas jugaba con la velocidad del vibrador.

Pete sintió la mirada de Vegas, quería voltear y rogarle de rodillas que ya lo dejara terminar, pero solo lo pateó por debajo de la mesa logrando que apartara la mirada de Pete. Vegas no era el mejor fingiendo – y no es que lo intentara realmente- pero Pete no quería más miradas curiosas de sus jefes al ser el responsable de la atención de Vegas.

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⏰ Última actualización: Feb 27, 2023 ⏰

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