Yusuf Pasha

280 38 4
                                        

Sharazad y Hürrem llevaban días con el alma en vilo, atrapadas entre el juego de intrigas que tejían Mahidevran e Ibrahim Pasha. Pero aquella tarde, mientras el sol caía suavemente sobre los mármoles del palacio, Hürrem decidió que, aunque el mundo ardiera, no permitiría que una flor como Nurhan se marchitara en el encierro.

—Anunciadme ante Su Majestad —ordenó con voz firme a los aghas.

Estos, sin siquiera mirarse entre ellos, la dejaron pasar. Era Hürrem. Nadie osaba detenerla.

—¡Hürrem! —exclamó el sultán al verla entrar, su expresión endurecida se suavizó al instante—. ¿Qué te trae por aquí, mi amor?

—Vengo a confirmar una ley... —dijo, acercándose sin titubeos—. La que habla de las Hatun, las Baş Kadın y las madres de princesas.

Suleimán alzó las cejas, sorprendido. Ese tema no era menor. No viniendo de ella.

En el jardín, bajo la sombra de un naranjo en flor, Nurhan observaba a Mehmed y Selim con sus espadas de madera

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

En el jardín, bajo la sombra de un naranjo en flor, Nurhan observaba a Mehmed y Selim con sus espadas de madera. El eco de sus risas se mezclaba con el canto de las aves. Yusuf, a pocos pasos, se agachó para dar indicaciones al pequeño Selim.

—¡Buena ejecución, Príncipe Selim! —exclamó con entusiasmo.

—Serás un buen padre —susurró Nurhan, acercándose con una leve sonrisa.

—Espero con ansias el día en que pueda enseñar a nuestro hijo a blandir una espada.

—¿Y si nace una niña? ¿Me seguirás queriendo?

—Te amaré cada día, Nurhan... sea niño, niña o incluso un gato.

—¿Podremos tener un gato?

—Y dos perros. Para que Esmeray y nuestro pequeño ejército jueguen en libertad.

Ella bajó la mirada, acariciando una flor que sostenía entre los dedos.

—Isabella no logró quedarse con la Sultana Ayşe... ¿qué me hace pensar que yo podré?

Yusuf tomó su mano con suavidad.

—Nos preocupamos por lo que no ha pasado. Veremos qué camino se abre... juntos.

 juntos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Serpiente Rusa |En Edición|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora