D O S

12 1 18
                                    

Casi un quirless — Musutafu — Antes 

—¿Ese no es Izuku? 

—Sí, es Izuku...

—¿Qué Izuku?

—¿Qué no sabes? 

Las dos niñas ven a la que preguntó sobre la identidad del tema de conversación. 

—Es cierto, Maricchan no vivía aquí, pero cuando íbamos en preescolar, Izuku activó su quirk, y mató a un niño. 

Los ojos de Mari se agrandan al punto que parece que van a salirse, se mudó hace apenas unos pocos meses atrás, así que no conoce mucho de lo que ha pasado antes en el vecindario sus amigas Hana y Ami siempre le cuentan ese tipo de cosas, no obstante, eso lo ha sorprendido mucho. Detiene sus pasos. 

—¿Mató a un niño?

Hana es la que se detiene. 

—Sí, le pegó y su cabeza explotó —cuenta la menor y Ami asiente varias veces. 

—Mi hermano estaba en su clase, no lo detuvo la policía porque sus papás pagaron muchísimo dinero, y terminó de estudiar en casa, aunque hay otros que dicen que estuvo en prisión desde entonces. 

—Ustedes, malditas niñas, hablan pura mierda —dice una voz detrás de las tres.

Estas se giran rápidamente, es Katsuki Bakugo que las mira con enojo. 

—Si siguen hablando mierda de Deku y obstruyendo el paso, yo mismo voy a arrancarle las cabezas —sentencia fríamente antes de que las niñas salgan corriendo mientras gritan. 

Están en segundo año de primaria, han pasado alrededor de cuatros años desde que Izuku activó su quirk, así como la mayoría de sus compañeros, o mejor dicho, todos su compañeros de clase, sin embargo, por algún motivo, su peculiaridad no se manifiesta. Le han hecho una radiografía en su pie, sin embargo, ahí no aparece el cartílago que los quirkless poseen, el doctor les ha dicho a sus padres y a él, que quizás sea una anomalía y en los próximos años se le desarrolle. Katsuki está impaciente, pero desesperarse no ayuda en nada. 

Piensa que es bueno que no su quirk no se haya manifestado aún, porque seguramente será espectacular, incluso más que el del propio Deku. Misma particularidad que lo llevó a quedarse en casa, Katsuki no lo entendía del todo, pero Deku no podía dominar su quirk y, al ocurrir eso, lo liberaba de forma inesperada, el problema residía en que podía lastimar a otros, pero también, podía lastimarse así mismo. 

Todas las tardes Katsuki iba a ver al tonto Deku para reírse de él por no poder ir a la escuela, y era normal verlo con alguna herida nueva, un yeso, un parche, un vendaje en su cuerpo. Hasta que en lugar de aumentar, un día disminuyeron hasta que solo quedaban un par de moretones que eran menos peligrosos que los huesos rotos de antes. 

—Deku, ¿qué mierda haces adelantándote? —pregunta el rubio detrás del de cabellos color verde. 

Ese año, es el primero que va Izuku a la escuela de forma presencial. 

—Kacchan —murmura nervioso Midoriya pero no puede evitar dibujar una sonrisa. Sabe que Kacchan lo busca porque su madre se lo pidió, nunca fue bueno socializando, ahora que ha estado tanto tiempo fuera de la escuela, sabe que no la tendrá fácil, pero al menos le alivia ver un rostro conocido. 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 28, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Hasta que la carne se rompa [BakuDekuBaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora