Diferente

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Sediento con hambre y cansado, así llegó el a la capital de Estambul.

-Disculpe!-Le hombre bien parecido de ojos claros miro a un mercader de telas que estaba por ahí.

-Si, dígame Efendi.

-¿Sabe dónde está ubicado el palacio topkapi?

-Si, en el centro, a unas seis calles de aquí. ¿Busca al sultán?

-No, busco a ibrahim pasha.

-Oh! Veo que es importante si tiene una audiencia con el. ¿Es un visir? Efendi.-La pregunta causo una sonrisa descarada por parte del hombre.

-Soy un pintor, me llamo Leo.

🥀

La Sultana se sentía rara esa mañana, una sensación de angustia la invadía, su esposo llegó a sus aposentos con rosas y un abrazo poco cariñoso, aún así agradeció el detalle que había traído para ella. Los niños jugaban con el de forma alegre hasta que todos y cada uno de ellos se marcharon a sus clases, excepto Abdullah quien aún no tenia la edad suficiente para recibir sus primeras clases, pues aún el príncipe tenía diez meses.

-Gracias por las rosas.-Agradecio la pelirroja, suleiman por su parte con su rostro serio tomaba su abrigo y se volvería a poner pues se lo quito para jugar con sus pequeños.

-De nada.-La respuesta seca alerto los sentidos de la Haseki, no quería sacar el tema de la mujer pero no le quedaban opciones.

-¿Puedo preguntar algo?-la mirada dura de el se poso sobre ella, quien aún tenía un semblante angustioso.-Rechazo a la mujer que entró hace unos días a sus aposentos.

-Veo que te sientes mejor del incidente del envenenamiento, aún no se encontraron culpables.-cambio de tema repentinamente e ignoro por completo su pregunta.

-Suleiman...-Llamo y este seguía ignorandola mientras se veía al espejo.

-...-El silencio hacia maquinar cada vez más a la pelirroja quien carecía de paciencia.

-Sultán...-Volvio a llamar y fue inútil.

-Quizas te vea más tarde.-Respondio de forma fría y se iba acercando a la puerta de forma lenta esperando una reacción.

-¡SULEIMAN!-Grito Hürrem, su esposo miro como otra vez ella perdía el control y se acercó a paso firme y fuerte hacia el.

-¿Que?-La pelirroja examinó su expresión de forma rápida...

-Asi que no hecho a esa mujer...

-No, no volveré a sacar de este palacio a ningúna mujer.

-Entonces que espera! Traigala al Harén, el lugar es grande y cabemos todas. Usted y sus antepasados construyeron este lugar a la semejanza del mundo y de su propio ego, grande! Sin duda.-Escupio con odio mientras su marido la tomo por los brazos mirándola fijamente.

-Eres una loca celosa, Hürrem.

-Deberia asustarse el día que yo no me inmute por usted, significa que deje de amarlo.-Se separó bruscamente de el y se encerró en la habitación de sus hijos, el se marchó pues no quiso buscarla. Algo era cierto, el orgullo no haría que el sucumba y ella rogaba a allah porque el cediera.

Después de todo y esperar un momento el jamás volvió para consolar su alma y frente al espejo que marcaba su cuerpo en ese ajustado vestido azul se podía apreciar el motivo del disgusto de la sultana, su cuerpo...algunos kilos de más y unas estrías visibles en sus marcados pechos eran lo que veia la pelirroja y fue sentencia para culparse de que su esposo ya no la quisiera como antes. En lo único que podia pensar la Haseki era en que ella tenía la culpa, pues su cuerpo ya no era del gusto de el, después de tantos hijos hasta había perdido forma, en sus pensamientos no se sentía capaz de que alguien la mirase.

Lo que no sabía ella es que en el consejo y por el mundo había hombres esperando pacientemente que la Haseki tuviera un 'Favorito' porque cualquier hombre mataría al sultán por tener una sola noche con la Rosa de Estambul y la coronaria la mismísima reina si ella lo deseara.

🥀

-Leo Efendi!-Saludo ibrahim.

-¿Cómo está Pasha?

-Bien.-El pasha decidió ejecutar el plan de su amante por su cuenta, pues firial había Sido oficialmente casada.

-¿Dónde está el objetivo?

-En sus aposentos, recuérdale sus tiempos en Rohatym. Cuánto la amabas y que darías todo por un solo suspiro suyo, es tonta y enamoradiza. Hürrem es blanco fácil.

-Alexandra, debo avocar por el corazón de Alexandra. Hürrem es la astuta pasha, yo debo ir por el pasado de esa esclava.

-¿Sabes bien sobre la vida de ese tal leo?

-Si, Firial me dió toda la información que necesitó, el como 'sobrevivi' fue algo fácil de planear, es como actuar en la corte de Roma para el rey.

-Bien, Leo. Suerte!-El pasha se despidió del hombre y este pintor de palacio se dispondría a buscar a su Alexandra.

🥀

Con un vestido rojo de seda y una tiara preciosa adornando su cabeza la Sultana sin dejarse vencer fue con su esposo, en el camino vio a Afife hatun volviendo con un semblante tranquilo. En su afán de no ceder ante la curiosidad está hizo una reverencia y la Haseki no dijo palabra alguna.
Al estar llegando otra vez vio una tela arrastrarse y la puerta cerrarse casi frente a ella, esa mujer otra vez...

Sin que nadie diga nada espero pacientemente por horas frente a la puerta,los guardias cambiaron de posición y aún así su esposo no abrió la puerta, algo comenzaba a dolerle muy aparte de sus piernas que ya se sentían doloridas de tanto tiempo parada si no también su corazón al verse herido porque la puerta hacia su amor seguía cerrada.
Deslizándose hacia el suelo contra la fina columna de mármol frío la Haseki dejo escapar un suspiro lastimero que había lastimado el alma de los guardias que podían verla y oírla pero no consolarla, todos conocían el amor de la Haseki por el sultán turco. A muchos incluso les dolía ver a una mujer tan amorosa siendo despreciada luego de tantos años.

🥀

Firuze hatun salía de los aposentos de suleiman bien arreglada y sus ojos se alertaron al ver a Hürrem dormida contra una de las columnas.
Aún así la hatun se sentía feliz de ver en ese estado de humillación a su señora, estaba logrando lo que quería.

-Sultana!-Llamo con cariño en su voz, Hürrem miro la puerta y vio de forma filosa a Firuze.

-¿¡Que haces aquí!?

-Sultana calmese, no la encontré anoche...la busque por mucho tiempo.-Respondio temerosa o eso aparentaba, la Haseki se tranquilizó y su criada la siguió mientras caminaba debía sacarse esos ridículos adornos que cargo toda la noche.

Mi pregunta es que hubiera pasado si ella se despertaba y veía a Firuze salir...se acercan capitulos picantes

Cada vez falta menos y quédense tranquilas y no sufran porque Hürrem no rogara mucho

Serpiente RusaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora