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Nunca habia odiado tanto el violín como en el momento en que ninguna de las melodias que conocia le parecia lo suficientemente buena como para presentarla en el estupido concurso de talentos.

Estaba tentado a renunciar, lesionarse los dedos o alguna estupidez que le permitiera no participar en algo que ni queria pero por culpa de su orgullo había afirmado que ganaría.

Sus dedos ya le dolian, habian aparecido pequeñas ampollas y tenia que volver a cambiar las cuerdas, ya estaba más que enfadado del instrumento.

Necesitaba aire.
Salio de casa sin un rumbo fijo, solo queria caminar un rato para que sus neuronas se ocuparan en otra cosa.

Considero visitar a sus amigos pero no quería llegar sin invitación o que no estuviese nadie en casa así que descarto la idea casi al momento. Empezaba a entender porque la gente tenia pareja, de seguro era lindo sentirse acompañado en días asi.

—Debi decirle que si a Rose— Se quejo a lo bajo al tiempo que pateaba una pequeña piedra. —No perdía nada

Y quizas así sus padres dejarian de molestarlo con que empezara su vida sentimental y esas mierdas.

Cosa que ya empezo, con un chico que lo tiene a sus pies, pero la empezo.

—Enfocate, Afton— Nego levemente, no se iba a poner a pensar en Henry cuando lo que queria era relajarse no estresarse aún más.

...
Hizo una parada en una cafeteria que se cruzo en el camino, podra no haber cargado su telefono y sus llaves pero sin su cartera no sale. Pidio lo primero que vio en el el menu y se sento en una de las mesas cerca de la ventana.

Su vista paseaba por el lugar, viendo como algunas personas entraban y otras salian, las que ya estaban sentadas, las decoraciones del local y lo que podía ver a traves de la ventana.

Era un lugar tranquilo, quizas en otro momento podria regresar y leer algo acompañado de un café o podria darse una vuelta cuando quisiera escapar de los problemas que había en su hogar.

De no ser por el reloj que colgaba en la pared podria estar sentado horas y no se daria cuenta de ello. Mismo reloj fue un elemento importante para que su atención se dirigiera a una chica.

Estaba sentada a un par de mesas desde que él llego, no tenia una bebida cerca y por lo que habia visto ya le habia pedido más tiempo a los meseros más de una vez.

Se levanto de su asiento para acercarse al mostrador, pidio una malteada de fresa y se acerco a la mesa de la chica. Dejo la bebida delante suyo con cuidado.

—Yo aún no he ordenado— Comento la chica bastante confundida.

—Lo se— Respondio el castaño con una pequeña sonrisa. —Pero la espera tiende a ser aburrida

—Gracias— Correspondio la sonrisa.

—¿Te molesta si me siento?— Cuestiono el ojiazul señalando la silla delante de la chica.

—Uh— Volteo a ver el reloj, ya habian pasado más de treinta minutos. —No, para nada. Sientate

—Lamento que no haya llegado— Tomo asiento, dejando su café sobre la mesa. —¿Era su primera cita?

—Y la última— Respondio la azabache, dejando escapar un suspiro. —Debi escuchar a mi amiga y no aceptarle la salida

—No te culpes, tu cumpliste con venir— Le dio un pequeño trago a su café. —Quien perdió la oportunidad es él, pero bueno, chicos idiotas hay en todos lados

—¿Y tú no eres un chico idiota?— Rio por lo bajo dandole un trago a su malteada, era lo más dulce de su tarde.

—Me esfuerzo en no ser uno— Le guiño el ojo antes de reirse de igual forma. —William, un placer— Extendio su mano hacía la chica.

—Veronica, el placer es todo tuyo— Agrego en tono bromista, correspondiendo el gesto del castaño.

—No podria estar más de acuerdo— Si puede ser agradable con los vivos. —Entonces, Veronica ¿Te gustaria hablar de este chico? Supongo que se siente feo que te planten

—Imagino que nunca lo haz experimentado— Tenia que reconocer que físicamente era lindo.

—Si me permites ser honesto: Nunca he tenido pareja, no es algo que figure en mi lista de prioridades— Desvio la mirada unos segundos, no era del todo cierto aquello. —Pero soy bueno escuchando

—Eres muy amable, gracias— Bueno, la tarde no había sido un total desperdicio de tiempo. —Bueno, es un chico de mi clase. Lo considero lindo pero no estaba segura de salir con él, su insistencia me convenció y bueno: Aqui estamos

—Que grosero de su parte. Eres linda, no dudo que tendras mejores oportunidades con chicos más educados que mi compañero— “Y menos idiotas”.

—Gracias por tus buenos deseos— Su molestia habia desaparecido casi por completo. —¿Y qué hay de ti? ¿Por qué tan sólo?

—Estoy atorado con un pequeño trabajo— Golpeo suavemente su vaso con sus dedos. —Debo presentar una canción y ninguna melodia me convence

—¿Asi que eres músico? Parece que tienes más encantos de los que aparentas— Aunque no fue una gran sorpresa, sintio las pequeñas ampollas cuando lo saludo.

—Más de los que imaginas, cariño— Esbozo una pequeña sonrisa. —Todo sea por ser un chico interesante

...
Conversaron durante un rato, cuando sus bebidas se terminaron decidieron ir a caminar a un parque cercano para seguir su platica. Estaban hablando sobre donde estudiaban, sus hobbys, la musica que les gustaba, lo que no les gustaba.

William habia aprendido que no era tan mal conversador como tenía pensado y Veronica no pudo evitar reirse por algunas de las respuestas o comentarios de Afton.

Cuando llego la hora de despedirse intercambiaron telefonos, prometiendo que otro día repetirían aquel encuentro y, a palabras de Veronica: “Seria ella quien invitara en esa ocasión”.

Afton llego a casa más animado y relajado de lo que salio, cambio de actitud que sus padres no pasaron por alto.

—¿Por qué tan tarde?— Interrogo el azabachd desde el sofa, bajando el volúmen del televisor.

—Conoci a una chica, pase el día con ella— Confeso el castaño, dejando sus llaves en su lugar. —Se llama Veronica, tiene quince años y le gustan las malteadas de fresa

William no supo si lo vieron raro por reconocer que paso el día con una chica o porque memorizo un nombre en un día.

—Es agradable— Se encogio de hombros. —Quizas seamos amigos en un futuro

—O novios— Agrego Peter, más en broma que otra cosa.

—Todo puede pasar— No lo veía probable. —Estare arriba, voy a practicar un rato

Esa salida le sirvio para organizar sus ideas, ahora tenia una melodia sonando entre sus pensamientos y quería intentar recrearla.

𝐈'𝐦 𝐬𝐭𝐫𝐚𝐢𝐠𝐡𝐭 𝐈 𝐭𝐡𝐢𝐧𝐤 | 𝙃𝙚𝙣𝙇𝙡𝙞𝙖𝙢 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora