This Is How It Ends - ᴊᴀᴇᴅᴏ

Capitulo 1

Siempre pensó que aquel chico pelinegro, que cada vez que lo veía lo hacía sentir más de lo normal, aquel que era su mejor amigo nunca le correspondería.

Y nunca se atrevió a preguntar por miedo a lo que pasará.

Ese siempre fue su secreto, y tuvo que vivir por un tiempo con el dolor de ver a Doyoung con alguien más que no era él.

Ver como Yuta sostenía su mano durante el almuerzo, como acariciaba su rostro después de cada beso, como lo felicitaba por ganar en las ferias de ciencias, eso siempre le daba tristeza.

¿Por qué no era él?

¿Acaso Doyoung le hubiera dicho que si, si le decía lo que sentía por el?

Tal vez era demasiado tarde para decirle la verdad.

O, ¿Tal vez no?

¿Qué pasaria si interrumpia aquello?

Después de ver a Doyoung llorando en medio del parque, y como Yuta se alejaba de él sin más que decir, sus dudas crecieron.

Fueron varios meses así, dónde desde lejos podía ver como Doyoung rompía en llanto cada vez que estaba con el pelirojo.

Fueron varias veces donde tocaba a media noche la ventana de su cuarto, buscando que lo dejara dormir en su casa o que hicieran alguna otra cosa juntos con tal de distraerse.

Podía notar cierto cambio en Doyoung, aquella linda sonrisa de conejo, aveces dejaba de verse.

¿Qué era lo que lo tenía tan mal estos últimos meses?

No tenia mucho que hacer, así que decidió visitar a Doyoung, quería volver a verlo, quería escuchar su voz y sus chistes de mal gusto.

Tocó la puerta de su casa varias veces, esperando que alguno de los padres del chico abriera la puerta, o incluso su mismo amigo.

Aunque siguió sin tener respuesta, saco su teléfono, enviándole un mensaje de texto, era raro que no estuviera ahí a esa hora, ¿donde podía estar?

Espero por casi dos horas sentado afuera de la casa de su amigo, el sol comenzaba a ocultarse y la noche comenzabas caer.

Tenían planeado jugar videojuegos, y comer palomitas por toda la tarde, pero al parecer sus planes se arruinaron, y sabía que no habría más tiempo para hacer eso, no después de que vio a su amigo llegar de la mano de Yuta a su casa.

Mentiría si dijera que ver aquel beso de despedida no le dolió.

¿Por qué no era él quien pudiera hacer aquello?