This Is How It Ends - ᴊᴀᴇᴅᴏ

Capitulo 2

¿Por qué Doyoung ahora usaba esa sudadera? Estábamos con una calor horrible.

El pobre podía morir de calor.

-Vamos Doyoung, ¿Acaso no tienes calor?- reclamo el más alto, y era verdad, podía ver como gotas de sudor comenzaba a recorrer por su cuello, pero al parecer al chico lo que más le importaba era mantener su sudadera puesta

-Ya déjame Jaehyun, tengo frío, creo que me voy a enfermar-

Era muy notorio cuando Doyoung mentía, se le notaba en la mirada, era claro que por algo no se la quitaba, e iba a descubrirlo.

Jaehyun no soportaba ver a su amigo con esa enorme sudadera y con esa calor, persiguió a su amigo por toda la sala de su casa, hasta poder dar con él, parecían niños chiquitos jugando. Los dos terminaron tumbados en el sillón, aún con el forcejeo por quitarle la sudadera a su amigo, y aunque por más que el pelinegro se negara, Jaehyun termino por sacársela.

Por más que Doyoung trato de ocultarse bajo aquella enorme tela, su amigo termino viendo por lo que más temía.

¿Porque sus brazos estaban adornados por grandes hematomas?, Fue lo que Jaehyun se pregunto.

Y segundos después, Doyoung comenzó a llorar, abrazándose a si mismo, tratando de ocultarse para que su amigo no pudiera verlo.

Aunque por más que quisiera contenerse, no podía, y termino abrazando al pelinegro, atrayéndolo hacia su pecho.

-¿Por qué me hace esto?- habló el chico entre sollozos

Verlo llorar le partía el corazón.

-Yo... yo me he portado bien, no he hecho nada malo-

Jaehyun seguía abrazándolo, acariciando delicadamente sus brazos, no quería lastimarlo.

-¿Por qué sus caricias se convierten en golpes Jaehyun?-

-Si dices amar a alguien, no le harías algo así-

Yo no te haría algo así mi Doyoung.

-¿Acaso no me ama? ¿Yuta no me ama?-

El pelinegro se separó de el, volteando a verlo a la cara, esos lindos ojitos llenos de lágrimas, sus pómulos rojizos, verlo así le dolía.

¿Por qué estaba con alguien como Yuta? ¿Con alguien que lo lastimaba?

Quería seguir guardando sus sentimientos, y todo aquello que quería decirle a su amigo, pero llegó al grado de no aguantar más, al final siempre se termina diciendo la verdad.

Extendió sus manos sosteniendo entre ellas el delicado rostro de Doyoung, limpiando con sus pulgares las últimas lágrimas que salían de sus ojitos.

-Yo te amo Doyoung- sentía la mirada triste del chico sobre el -Yo si te amo-

-Déjame ocupar su lugar, déjame amarte y cuidarte como se debe- algo en él se sentía mejor, y aunque no fuera el mejor momento para decirlo, al parecer a su amigo no le molestaba -Déjame sanar las heridas que él te dejo, déjame hacerte feliz por más tiempo hasta que tú me lo permitas, yo no te lastimaría Doyoung-

Recorrió su mano hasta su mentón, levantando su rostro para poder verlo mejor.

Y aunque sus esperanzas por una respuesta eran bajas, sentir aquel abrazo por parte del pelinegro le dio esperanza.
Sentía como se aferraba más a él en ese abrazo, como si no quisiera soltarlo por un rato.

-Conmigo estarías seguro-

Y se apartó de él.

¿En verdad amaba a Yuta?

¿Por qué disfrazó sus sentimiento por Jaehyun por los de alguien más?

Haber sentido todo ese dolor que Yuta le provoco en él no sirvió de nada.
Le había prometido muchas cosas, pero ninguna se las cumplia, al parecer solo le servía para el sexo y el dinero.

Volteo a ver a Jaehyun por unos segundos, ese chico de ojuelos lindos y ojos entrecerrados al sonreír, el chico que estuvo con el por más de seis años, quien le ayudo a salir a tocar timbres en las casa al azar, ese mismo chico se le había declaró justo ahora, algo que el no pudo hacer hace mucho tiempo.

No, no amaba a Yuta.

Siempre busco a otra persona que se pareciera a Jaehyun, por qué pensaba que no podía corresponderle.

Entonces se acercó a él y lo beso.

Sentir los labios del pelinegro sobre los suyos siempre fue algo que quiso.

Doyoung ya no se sentía inseguro, en cambio ahora se sentía seguro entre los brazos de Jaehyun.