Prologo

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Tercera persona

El sol era más fuerte de lo normal, las gotas de sudor resbalaban por la frente de lo puertos hormonales de la preparatoria Sapere è potere, ubicada en Milan, los chicos corria intentando no llegar tarde a clase, esta escuela es tan prestigiosa que cualquier desacato es totalmente inperdonable.

Noah estaba recostado contra el casillero de sofia, llevaba esperandola por casi 15 minutos, la chica seguia sin importarle sus notas o sus asistencias, cosa que no pasaba con el sujeto junto a ella.

Sus compañeros se unieron a la espera, kathe hacia chistes malos sobre Anne y Mathew, los mencionados se reian para no parecer mal educados.

La castaña seguia sin sacar la cabeza de su casillero, llevaba casi 20 minutos en la misma pose, se empaza a tornar molesto para Noah, la rubia, ahora molesta decidio revisar que era lo que tanto tenia ocupada a asu amiga.

- ¡Sofia! - La rubia grito cerca del oido de su amiga.

- ¡ La madre que te pario, Kathe! 

Las risas se hicieron presentes y finalmente la castaña decidio cerrar su casillero y caminar hacia los salones de clase, esto aburre, no se porque narrar la historia de cinco chicos es tan aburrido, los chicos siguieron a la castaña la cual llevaba su cabello recogido en una coleta alta, la falda azul con cuadros del uniforme y una camisa blanca de franela con mangas largas y el escudo de la institucion en el lado izquierdo de la misma, esta chica era el fruto prohibido de muchos, su belleza era mortal nsegun los hombres del instituto y la facilidad de enamorar no cualquiera la tiene.

Su grupo no tiene motivos para envidiar esa belleza ya que todos son igual o mas lindos que la castaña, por favor, mira aesa rubia, Kathe es hermosa, desde su cabello rubio hasta la punta de sus pies, sus ojos verdes son considerados otro pecado capital. Matthew, este hombre es hermoso, su cabello rojizo y sedoso, sus ojos azules y ese cuerpo. Noah, el es bastante lindo, su cabello ondulado y negro y sus hermosos ojos miel. Anne, la peliroja sospecho que es la mas lista, sus ojos claros me lo dicen.

Los chicos empiezan a correr viendo que ya faltan dos minutos para que suene la campana, saben que si vuelven a llegar tarde los mandaran a detencion.

Entran al salon y en cuanto se sientan la campana suena abriendole paso a la mujer anciana que da la clase de geografia, sus dientes manchados con lapiz labial y su cabello desordenado, la mujer parece un dictadora, su porte es fino y elegante aun que la belleza no sea su fuerte ni se acerque.

Las clases empiezan y como siempre nadie pone atencin, "Es como si no supieramos donde estamos" La ribia pensaba, pensamientos donde se exageraba el aburrimiento que esta clase transmitia.

Finalmente la campana sono liberando a estos estudiantes de la aburrida clase con la señora de dientes  manchados, los chicos emprendieron un viaje hacia la zona de los casilleros, la mejor y peor zona de la escuela, puedes encontrar cosas muy desagradables como parejas, cursileria o besos de esos que te quitan las ganas de tener tu amor adolecente, o tambien, puedes encontrar cosas increibles como el espacio para hablar con tus amigos sin que todos deban pedir un pase para el baño.

Esta vez los chicos decidieron que quiza el no entrar a la aburrida clase de italiano no los mataria, ya lo sabian hablar asi que para ellos no seria necesario, pensaron.

Las gradas negras con barandas azules les gritaban desde lejos que las acompañaran, eso hicieron, fueron a las brillantes gradas y se sentaron, el aire puro se colaba por sus fosas nasales, la cabeza de Noah cayo en las piernas de la Kathe, recostandose con los ojos cerrados, el fuerte sol mañanero hacia que pequeñas gotas de sudor bajaran por las frentes de los chicos.

"Quizas entrar al salon no seria mala idea, alli de seguro hay aire frio" Penso Sofia mientras se ventilaba la cara con sus manos, una mirada complice basto para dar a entender que un mal plan se estaba formulando en la cabeza de estos chicos.

- ¡Tengo una idea! - El castaño se levanto de las piernas de su amiga, peino su canello con sus manos mientras los demas lo miraban espectantes - Mis padres no estaran en casa este fin de semana.

Apenas era jueves y ya todos estaban en modo pre-fin de semana, ya era casi imposible no encontrar a nadie cabecibajo o dormido en clases, la rubia capto la idea y sonrio con malicia mirando directamente al castaño para ver si habia entendido bien la idea.

- ¿Pijamada? 

El castaño asintio, pusieron la fcha y el lugar, todos estaban espectantes, el dinero era algo que les sobraba a todos los chicos de ese instituto, asi que acordaron ser recojidos por un carro que no fuera de alta gama para poder comprar eso que los llevaba a otro mundo y les quitaba ese horrible peso de encima, aun que se vea imposible estos chicos cargaban con pesos que niños de su edad no deberian cargar.

Ellos no pasabn de los 17 años, la menor era Kathe y cumplia los 17 en menos de una semana, supongo que eso lo usaran como escusa para reunirse a saciar esas ganas y esa presion sobre puesta en sus hombros.


La llamadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora