Lejos estoy cerca de ti

Dicen que el desamor causa un gran dolor, pero he comprendido que el mismo amor puede lastimar mucho más, que dos personas que se adoren tengan que separarse es muy cruel, lo estoy viviendo en carne propia. Han pasado tres meses desde que Darien se tuvo que ir a Londres, no ha sido nada sencillo para ninguno de los dos, no poder tocarlo, besarlo, apoyarlo y eso me quema por dentro además sé que a él le pasa igual. Dormirme y despertarme son dos acciones que cuestan tres veces más de lo normal, quisiera cerrar y abrir mis ojos sintiendo al hombre de mis sueños, pero desafortunadamente no puedo. Cualquiera diría: "deberías irte a vivir a Londres", cualquiera que no conoce mi presente. Lita tuvo a su hermosa bebé Hotaru el día que Darien me dijo que se iría del país, fue un momento muy raro, pues lloré de felicidad y tristeza al mismo tiempo. Con la llegada de la bebé, mi amiga tomó su licencia y me asignó como su reemplazo, además estoy al frente del proyecto del diseño y decoración del edificio del centro, sí ese por el que me trasnoché y esforcé antes de conocer a Darien. Yo hubiese deseado tomar la mano de mí príncipe e irme con él, pero no podía, mi amiga me necesitaba. Lita estuvo a mi lado en mis momentos más oscuros y lo mínimo que yo podía hacer es cuidarla. Darien entendió mis razones y aunque mi principal motivo es ayudar a Lita, él me hizo entender que también tenía que dirigir el proyecto que había creado, recuerdo palabra por palabra lo que me dijo antes de irse <<Quisiera secuestrarte, llevarte conmigo, pero luchaste tanto por ese trabajo que sería muy egoista de mi parte no apoyarte, así como lo haces tú conmigo. Solo te pido, no me dejes. Luchemos por esto, así nos separe miles de kilómetros, porque no concibo la vida sin tí en ella>> Lloré tanto al escucharlo y no dudé en aceptar esta relación a distancia, una que no ha sido nada fácil. Además de estar separados por miles de kilómetros, nueve horas nos separan, así que coincidir para cenar ha sido imposible. Nos escribios todo el tiempo, el celular se convirtió en una extensión de mi cuerpo. Es muy extraño, porque aunque está muy lejos, lo siento tan cerca de mí. Desde que conocí a Darien no me he sentido sola, sé que está al alcance de una llamada o un escrito.

– ¿Otra vez suspirando Tsukino? – me pregunta en medio de un gran bostezo Diamante – ese novio tuyo te va a dejar sin respiración – se sentó frente a mí. La cafetería de la empresa siempre era un buen lugar de escape

– No puedo mentir, me tiene respirando muy fuerte ¿cómo estás tú? – pregunté. Tenía unas ojeras gigantes y llevaba en su mano el tercer café de la mañana

– Exhausto – respondió bebiendo el líquido oscuro – Hotaru tuvo cólicos anoche, pobrecita mi princesa, lloró mucho. Me quedé con ella toda la madrugada

– Lo lamento tanto. Se te nota muy agotado

– Sí, pero no me importa – contestó sonriendo – esa bebé me tiene en sus manos y haría lo que fuera por ella, además mi esposa está todo el día con ella, quería que descansara un poco así sea entre los llantos de mi pequeño ángel – era hermoso ver a Diamante tan enamorado de su esposa e hija, todos los días me contaba alguna novedad de la pequeña Hotaru sin duda va a ser un gran papá, como espero algún día Darien lo sea, hemos hablado del tema y al igual que yo desea tener hijos, no ahora claro está. La conversación con Diamante seguía, hasta que fuimos interrumpidos por la fastidiosa Melissa, una compañera de recursos humanos que siempre está metiéndose en la vida de los demás, es muy chismosa y no solo eso, arroja comentarios crueles

– Hola chicos – dijo mientras se sentaba en la mesa, aún cuando nadie la invitó – Diamante te ves fatal ¿estás bien? – yo puse mis ojos en blanco, Melissa no respetaba ni el rango de jefe de Diamante

– Sí, solo que anoche trasnoché con mi hija

– ¿Y es que Lita no la cuida? – preguntó la bruj@ – tu estás todo el día trabajando, lo mínimo es que llegues a casa a descansar. Tu mujer debería ser mas conciente de eso – yo quería matarla