1.

3.5K 403 208
                                    

Advertencias: el siguiente fic es una comisión para sisinais, ¡muchas gracias por la confianza!

Hay ligero YoonMin, pero no mucho. Infidelidad. No es una historia fluff, aunque tampoco angst. Podría calificarse como un misterio? Smut.

 Podría calificarse como un misterio? Smut

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

...ha estado intranquila

Su esposo anda diferente y huele a infidelidad...

Cuando el timbre de la puerta resonó en el departamento, Hoseok se apresuró en cubrirse con la bata e ir a abrir la puerta, sonriendo al encontrarse con el atractivo rostro de Yoongi.

―¿Mucho tráfico? ―preguntó el menor, haciéndose a un lado y dejándolo pasar, observando la botella de vino que cargaba encima―. Tardaste mucho en llegar, Yoongi hyung.

―Salí tarde ―Yoongi pasó directo a la cocina, observando la cena ya servida en la mesa, y sacó un par de copas―, ¿me esperaste mucho, bebé?

Hoseok sonrió ante el dulce apodo. Si había algo que siempre le encantaba del mayor, era escuchar cariñosas palabras dirigidas hacia él. Eso era suficiente para saber lo mucho que le amaba.

―No demasiado ―su sonrisa se volvió más coqueta y fue hacia él luego de que destapara la botella de vino―, estaba jugando un poco conmigo para estar listo para ti.

Yoongi se rió al escuchar esas palabras, sintiendo las suaves manos de Hoseok quitarle el abrigo y un suave beso depositado en su mejilla.

―¿Cómo te fue en tu día? ―consultó el más alto―. ¿Fue un largo día en la clínica?

Min Yoongi, de treinta años, era un conocido médico cirujano de Seúl, lo que le daba muy buenos ingresos para su vida, aunque también le significaba un montón de tiempo invertido en su trabajo. Era normal tener días en los que hacía muchas horas extra, y por lo mismo, llegaba en variadas ocasiones un poco más tarde de lo prometido. Hoseok se había acostumbrado a ese estilo de vida y era algo que sabía desde que conoció a Yoongi, casi un año atrás.

Ellos coincidieron una noche en un bar, cuando el mayor salió con unos amigos y vio a Hoseok en la barra, conversando también con sus propios compañeros. A Yoongi le encandiló de inmediato la bonita sonrisa del bailarín, con esos ojos tan dulces y cálidos, y bonitos hoyuelos que se formaban al sonreír. Casi sin poder evitarlo, como un planeta que giraba alrededor del sol, Yoongi se acercó al menor y tuvieron una conexión casi inmediata.

Las primeras semanas tuvieron sólo una relación de amigos, que pronto derivó a una apasionada relación más carnal, donde los sentimientos por el otro no tardaron en aflorar. Yoongi iba a verlo cuando podía, y Hoseok siempre lo recibía con esa ilusionada sonrisa de felicidad.

El menor, de veintiocho, era profesor de danza en una academia, pero también se desempeñaba como camarero en un restaurante los fines de semana, ya que su profesión no le generaba muchos ingresos. Yoongi muchas veces se ofreció a ayudarlo económicamente, sin embargo, Hoseok lo desestimaba con un movimiento de la mano. No quería hacerle creer que estaba con él por un interés monetario, decía siempre, y Yoongi le aseguraba que no creía eso de él. A veces, a pesar de que Hoseok no se lo pidiera, el mayor llegaba con algún regalo para el más alto, como unos aretes, brazalete o collar. A su chico le gustaban mucho las joyas, se dio cuenta pronto, y a Yoongi le encantaba follárselo con ellas puestas.

No body, no crime [YoonSeok]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora