𝔸𝕝𝕝 𝕀 𝕨𝕒𝕟𝕥 [ _ 𝓍 𝑅𝑒𝒾𝓃𝑒𝓇 𝐵𝓇𝒶𝓊𝓃]

Capítulo 2

Pov _

Ya me encontraba devastada, todos los cadetes se encontraban en las cabañas, las luces del comedor están apagadas, me entran ganas de llorar y de vomitar siempre con la misma mierda, hablando por todo, es un gran problema desde que estaba en el orfanato. Siempre dije que me daba igual que no conociese a mis padres y que posiblemente estén muertos, siempre sentí envidia de los niños que tenían una familia la cual preparaban su plato favorito, una madre la que le contase cuentos antes de dormir y un padre que le regañase si hacías algo mal. Me volví una niña malcriada solo para llamar la atención, y algunas veces lo hago por inercia, me acostumbré a todo esto.

No quiero seguir, quiero rendirme como llevo haciendo toda mi vida, era una mentira, no comí un gran festín para desayunar, ni siquiera me alcanza para tener las cinco comidas al día. Quiero llorar y confesarme que alguien me salve, toda mi vida se ha basado de arrepentimientos y solo voy a lo que me interesa y lo que me da a cambio algún tipo de veneficio, vaya jodida mierda.

-    Oye, chica respondona – me llamó el chico rubio, el cual me lanzaba miradas de que parase de hacer lo que estaba haciendo, creo que todos se están conociendo en las cabañas y el vino aquí, esto es lamentable, quería llorar y me duele la garganta, estoy de mierda hasta el cuello.

-    No me llamo así, soy _, chico canoso – le respondí con la voz entrecortada, ya estoy harta si me duplican el castigo que lo hagan, me iré y buscaré la vida, me senté en la tierra la cual he dado innumerables vueltas .

-    ¿Cómo que canoso? Soy rubio y mi nombre es Reiner, Reiner Braun  – me dijo el chico, con que se llama Reiner, se sentó junto a mí y me miro, fruncí el ceño preguntándole con la mirada que hacía aquí

- Ah sobre eso, vine a darte algo – dijo y sacó dos panes de su bolsillo, lo miré asombrada, no llegue a pensar que alguien se había  parado a pensar sobre mi bienestar y compartir su pan conmigo, lo miré otra vez con ojos llenos de felicidad, en mis cortos años de vida a nadie había compartido su pan conmigo, siempre fui muy detestable para todos.

-    ¿En serio? ¿Estás seguro? Hay escasez de alimentos y tú eres muy grande, seguro comes mucho, a ver que si lo reflexionas mejor no me enfadaría solo que... – no me podía creer lo que estaba pasando, siempre fui un ser miserable, no creo que un hombre como él compartiese sus pertenencias conmigo, pero me cortó lo que iba a decir.

-    Ay _ , no te callas ni en estas situaciones, come y calla – me dio el pan y lo comí rápido, es un ángel el rubio.

-    ¡Reiner te prometo que nunca te responderé y me callaré, dime cualquier cosa y lo haré! Muchas gracias de verdad, y suponía que eras un amargado – solté mientras comía el pan y le miraba, me miró con el ceño fruncido y empezó a reír.

-    ¿Cómo que amargado? Eres tu la amargada, ir y decirle al instructor eso. Bueno, ¿Por qué viniste aquí? – me pregunto Reiner, sonreí con su comentario, la verdad sí, debería tratar a los superiores con más respeto.

-  Tampoco fue para tanto, y estoy aquí porque no sé que hacer con mi vida, por lo menos tengo tres años de comida y techo y así suponerlo, me podré quedar o abandonar. – le dije sincera, no tengo ningún tipo de guión o plan para mi futuro, iré a donde mis posibilidades me lleven.

-    ¿Y tu familia? Ellos te están esperando y no los verás hasta dentro de tres años – me volvió a preguntar el chico rubio.

-    Eso no es problema, soy huérfana y lo soy desde el día que nací, no tengo ningún tipo de información sobre mis padres, simplemente nací y ya, nunca hice lazos con nadie, solo voy donde veo posibilidades de mantenerme viva. Y con la caída del muro María, el pequeño orfanato en el que estaba fue destruido y muchos murieron ¿Y tú, que hay de ti? – le conté casi toda mi historia más básica y le pregunté con lo mismo.

-    Pues no llegué a ver la caída del muro María, mi distrito no fue atacado por esos titanes, pero perdí a casi toda mi familia que residía en esos distritos, entonces me aliste aquí para vengarlos, los dos titanes que provocaron esto, son unos hijos de puta – me confesó, me quedé pensando que decirle, me habló muy por encima, pero bueno yo hice lo mismo.

-    Son unos hijos de puta, pero la verdad a mí no me afectó mucho, les agradecí en ese momento lo que hicieron, pero soñaba con ir al exterior, ver lo que estaba pasando y descubrir, suponía que si era comida por los titanes sería uno de ellos y poder explorar el mundo, pero después de eso todo se complicó y tuve que sobrevivir por mí misma o irme al subterráneo, y no quiero ir ahí ni de coña.

Pov Reiner

Al escuchar las palabras de la chica me tensé y mi corazón latía más fuerte, ella no nos tenía tanto rencor como otras personas, ella no creía eso, ella incluso llega a agradecérnoslo. No creí que hubiera demonios de Paradise que pensasen así, pero pobre chica, es una ingenua, si supiese la verdad de ser un titán, es una maldición que me gustaría quitarme de encima, el futuro de mi país depende de mí, es demasiado estresante y estar infiltrados el doble. No quiero encariñarme con estas tierras. Pero me dejo con el corazón acaramelado, en el comedor escuché a muchos despreciar a los dos titanes que provocaron la caída de esos dos distritos, me sentía señalado y odiado, pero ella no sentía nada, no tenía ninguna objeción contra nosotros. Esta chica me agrada, intentaré mantenerme cerca de ella y que cadetes como Eren le hagan cambiar de parecer, sin darme cuenta, me quedé en silencio y mirándola, ella se levantó y me miró con una sonrisa

-    Bueno, me toca seguir, me queda todavía un gran recorrido, y como me pillen dudo de que puedas escabullirte a darme pan hasta el fin de estos 3 años. me toca seguir, adiós y gracias – dijo la chica preparada para irse corriendo y seguir las órdenes del instructor, me levanté y la agarré del brazo evitando de que corriese de mí, todos cuando sepan la verdad me intentarían matar por el odio que me tienen, pero ella no tiene objeciones, debo mantenerme a su lado.

-    Descansa, me pondré la capucha y correré por ti, antes de que amanezca te levantaré, yo descansé lo suficiente y debo mantenerme en forma, por favor me prometiste que me harías caso. – expresé y ella me miró con ojos sorprendidos, no podía creer las palabras que estaban saliendo de mi corazón.

-    Joder Reiner, eres el mejor, me estás salvando de muchas, te lo recompensaré cuando llegue el momento – me dijo sin dudarlo y se tumbó en el suelo y haciéndose bolita, es verdad, va a empezar a hacer frío, la mejor recompensa es que el día de la verdad, no me juzgue con esos ojos tan expresivos que tiene ella

-    Toma la chaqueta, a ti te quedará un poco más grande, yo voy a correr y no la voy a necesitar – le ofrecí y ella la tomo y se dignó a tumbarse y cerrar los ojos, me quede observándola y era bastante preciosa, tenía unas mejillas coloradas y un pelo que reflejaba la luz de la luna.

Me casaré con ella.