quizás porque no soy un buen poeta, puedo pedirte que te quedes quieta hasta que yo termine estas palabras
Luego de que Santiago del Moro lo anunciara como el ganador de Gran Hermano Argentina 2022/23, Marcos dejó de ser realmente consciente de lo que sucedía a su alrededor. Si le devolvió el abrazo a Nacho, agradeció sus felicitaciones, apagó las luces, cerró la puerta, salió de la casa y se subió al auto que lo llevaría al estudio, fue únicamente por la inercia que movía su cuerpo. Él no estaba realmente allí, su cabeza se perdía en los valles de Salta, en sus selvas verdes, en sus desiertos áridos, en sus cielos despejados, libres de luces artificiales, tan profundamente azules...
-Estás en shock, Marquitos -la voz de Santiago llegó con cierto disgusto, y la mano que apretó su hombro lo hizo con más fuerza de la necesaria, como si quisiera forzarlo a reaccionar.
Marcos lo miró y pestañeó un par de veces.
-Sí, Santi -dijo-. Es muy fuerte todo esto.
Santiago lo sacudió ligeramente, y su sonrisa pareció apretarse aún más.
-Andá a saludar a tu familia, loco. Dale, que te están esperando.
Recién en los brazos de su padre y su madre, y con la voz de sus hermanos anulando cualquier otro ruido, Marcos sintió que su consciencia se unía otra vez a su cuerpo, y que volvía a caminar sobre suelo firme.
Pero poco duró aquel esperado oasis porque, apenas un par de minutos después, el conductor del programa volvió a llamarlo y su familia lo empujó gentilmente para que obedeciera.
-Mirá, mirá Marquitos -Del Moro señaló el pasillo entre las tribunas.
Marcos soltó una risa genuina cuando, al abrirse las puertas por las que hace un momento había cruzado, apareció Alfa, y detrás de él, los demás ex participantes.
-¡Andá, Primo, andá a festejar con tus compañeros! -Santiago ordenó, dándole un empujoncito para que reaccionara. Recién cuando Marcos se alejó, el aparatoso conductor agarró una de las cámaras con las dos manos y, con muy poca naturalidad, gritó: -Esto fue... ¡GRAN HERMANO! -Acto seguido, la empujó para que enfocara el festejo del flamante ganador y los demás ex competidores.
Finalmente salieron del aire con la imagen de todos los "hermanitos" saltando alrededor del salteño mientras coreaban "dale, campeón, dale campeón" y cientos de brillantes papelitos caían sobres sus cabezas y las tribunas.
**
-Yo te dije, ¿no te dije que ibas a ganar vos, Marquitos? ¿Te dije o no te dije? -Alfa le preguntaba, agarrándolo de los hombros con fuerza.
-Sí, sí, Alfita, me acuerdo que me dijiste -Marcos le dió la razón, queriendo zafarse de sus pesadas manos.
Estaba encandilado por las luces que lo apuntaban desde todos los ángulos, ensordecido por el griterío de las tribunas, molesto por los papelitos que se le pegaban por todos lados, y cada vez más ansioso porque el único abrazo que de verdad quería recibir en ese momento, no llegaba.
Le agradó verlos a todos (a algunos más que a otros) y a cada uno les agradeció las felicitaciones, les devolvió los abrazos y las palmadas en la espalda. Pero ni Alfa, ni Martina, Cata, Ariel, Holder, Mora, Nacho, ¡Juan Reverdito!, Romina, Julieta, Daniela, Camila, La Tora, Tini, Coti, Cone, Maxi o Thiago le importaban mucho en ese momento. No si Agustín no estaba colándose entre todos ellos para tirársele encima y colgarse de su cuello.
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quizás porque no soy nada de eso, es que hoy estás aquí en mi lecho
FanfictionLas luces azules eran cegadoras, los gritos de la gente lo ensordecian, y cada abrazo que recibía, cada "felicitaciones campeón" que escuchaba, no eran los que esperaba. Marcos había ganado Gran Hermano, pero Agustín no estaba allí para festejar con...