|𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 14: 𝐸𝑙 𝑚𝑒𝑗𝑜𝑟 𝑟𝑒𝑔𝑎𝑙𝑜 𝑑𝑒 𝑚𝑖 𝑣𝑖𝑑𝑎|

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Anteriormente en "cuando te conocí" T/n se encontraba ayudando a su madre en la cocina y un rato después estaría en la sala leyendo las cartas enviadas por sus amigos, mientras ella leía su madre la acompañaba, hasta que su madre se sintió algo mal y ella lo oculta, mientras que t/n confundida la observó, quien le dijo que no pasaba nada, después de un gran rato su madre salio, las horas pasaron y la joven recibió una llamada de alguien avisándole que su madre se puso mal, pocas horas después la joven descubrió la verdad y el secreto oculto de su madre, ella decidió hacer de sus últimos días con vida, los mejores de su vida.

T/n -. – Caminaba hacia la recepción para preguntar dónde vendían café – Hola buenos días, Disculpe ¿sabe dónde venden café?

Señorita x -. – Levantó la vista observando a la joven por unos segundos y luego de eso sonrió, asintiendo levemente – Claro que si, mire se irá todo derecho y ahí vera un elevador, subirá al segundo piso y en el tercer pasillo a la izquierda hay una pequeña cafetería.

T/n -. – Sonrió levemente y suspiro comenzando a caminar – Muchas gracias, con permiso...

Señorita x -. – Sonrió levemente haciendo una leve reverencia y siguió con lo suyo

T/n -. – Comenzó a caminar por todo el pasillo derecho para llegar al elevador

𝙽𝚊𝚛𝚛𝚊 𝚃/𝚗

Camine por aquel pasillo viendo a mis lados algunas habitaciones y gente que pasaba por mi lado, suspiré de manera pesada, cansada y triste, al llegar al elevador simplemente oprimi el botón y me adentro al elevador..

Pulse el número 2 para ir al segundo piso, necesitaba un café realmente cargado para poder estar despierta cuidando a mi madre, necesitaba fuerzas, todo esto me estaba haciendo decaer, me sentía realmente mal y no tengo ganas de absolutamente nada.

Ni siquiera quiero comer, pero lo hago por mi madre, todos estos líos me están dejando realmente mal, mi preocupación por mi madre me trae mal y no quiero perderla, algo que realmente me duele en el alma...

Me quedé pensativa durante segundos hasta que el sonido del elevador me saco de mis pensamientos, ví que llegue al segundo piso, así que salí y comencé a caminar hacia el tercer pasillo de la izquierda.

Cuando llegue, entre a la cafetería y me fui a recepción, pedí mi orden y espere un rato, hasta que me dieron mi café negro y un pan, suspiré y me senté a comer.

Después de un rato de que termine pague las cosas y me fui, la verdad comencé a llorar cada que venía de nuevo el recuerdo de mi madre ya estando en cama, al llegar al primer piso me dirigí a la habitación donde se encontraba ella.

Al llegar abrí la puerta y me recargue del marco de la puerta, la observé por unos segundos, viéndola dormir, mis lágrimas resbalan por mis mejillas y al verla despertar, me limpie las lágrimas y me acerque con una leve sonrisa y los ojos llorosos.

T/n -. ¿Cómo está la mujer más chula de la galaxia y sus alrededores? – Sonrió acercándose y se inclino para darle un beso en la frente

T/m -. – abrió levemente los ojos al sentir el beso de su hija y sonrió levemente – Muy bien mi amor...¿T/n y tú cómo estas?, ¿Ya comiste?

T/n -. – Jalo una silla y se coloco aún lado de su madre tomando su mano y la observó – Me alegro mucho mamá y si ya almorcé...

T/m -. Que bueno mi vida, me alegro que estes bien. – Sonrió levemente y la observó por unos segundos

En alguna otra parte de Canadá

Reginald -. – Parecía estar algo frustrado al no tener como encontrar a aquella joven que anteriormente su quinto hijo le comento

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