Midoriya Izuku, 14 años.
Su día empezaba como cualquier otro. 4:00 a.m. comenzaba su rutina de ejercicios, flexiones, abdominales, lagartijas, levantamiento de pesas de distintos tamaños, etc. Cualquier cosa que pudiese fortalecer su cuerpo era bienvenido. Su cuarto era modesto, pero organizado, con un espacio decente para seguir sus entrenamientos usando su propio peso, pero no el adecuado para practicar esgrima, por lo que tendría que ir al dojo para entrenar tanto su espada como sus artes marciales.
Ah sí, su Quirk también, o más bien Quirks.
Hace dos años que despertó su piroquinesis, cuando su madre se enteró de ello, se desmayó de la emoción. Parecía que al fin sus suplicas al cielo dieron resultado, aunque la cosa no terminó allí. Dos semanas después se encontró a sí mismo flotando sobre la cama, lo cual era demasiado raro, por lo que solo pudo pensar en una cosa: ¡logró desarrollar otro! Lo cual era bastante extraño e improbable.
Tenía conocimiento acerca de Quirks tipo quimera que, en resumen, son desarrollados durante el embarazo de gemelos cuando un embrión absorbe a otro dentro del útero, adquiriendo sus características. Aterrador si lo pensabas.
Pero también existía la posibilidad de que lograra heredar ambos Quirks de sus padres, ósea, tener una enorme suerte de su lado.
Y hablando de estos, su madre podría atraer objetos pequeños y su fallecido padre podía exhalar fuego de su boca, piroquinesis y psicoquinesis bastante limitada. Parece que el desarrollo tardío le dio tiempo para que su Quirk mejorara bastante, dándole características extra.
Mientras pensaba en la serie de eventos de su vida, notó en su celular la hora actual, 6:03 a.m. Terminó su rutina y fue a alistarse para ir a la escuela, se duchó, vistió y preparó su desayuno antes de que su madre se levantara, no quería molestarla, ya tenía demasiadas cosas encima como para añadirlo a él como una carga más en la casa.
A las 7:00 a.m. entraba a clases por lo que tenía que salir de allí temprano, dejó lavado y organizado los platos, tomó el shinai que guardaba en su protector y se dispuso a salir.
???: ¿Eh? ¿Ya te vas Izuku?
Una voz cansada se hizo presente cuando se preparaba para salir, solo una persona vivía en el apartamento junto con él.
Izuku: Si mamá, no quería hacer tanto ruido para que siguieras durmiendo. ¿Descansaste bien?
Su madre, Midoriya Inko, bajaba las escaleras del segundo piso hacia la cocina en busca de café. Lucía bastante diferente de hace dos años, bajita y esponjosa (como así la llamaba él). Se había descuidado desde la muerte de su esposo Midoriya Hisashi, sumándole el estrés de ser madre soltera de un chico enérgico de 4 años, añádanle Quirkless, las veces que llegaba golpeado a casa en primaria y parte de la secundaria y como guinda del pastel, trabajo.
Inko: No te preocupes hijo mío. Descansé lo suficiente. Ten cuidado en la escuela...
Izuku: Lo tendré mamá.
El chico abrazó y besó a su madre en la mejilla y salió de la casa rumbo a su escuela. Sacó sus audífonos dispuesto a escuchar música mientras iba, pero...
???: ¡Apresúrate o llegarás tarde!
???: ¡No me grites anciana! ¡Que te mato!
Dos voces demasiado conocidas inundaron el silencioso lugar.
Izuku: Si que están bastante animados Mitsuki-san.
Mitsuki: ¡Oh, Izuku! Buenos días chico. Tan temprano como siempre... ¿Cómo está tu madre?
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Lo necesario para ser un héroe (en hiatus)
FanficA sus 12 años recien cumplidos, Midoriya Izuku recibiría del destino, o tal vez Dios, un pequeño doble regalo. El regalo del fuego y telequinesis. A sabiendas de la situación con los que son iguales a él, decide convertirse en un héroe que inspire...