La Verdad I

84 6 0
                                    

Las voces se escuchaban a través de la puerta del estudio.

- A ti no te puedo decir lo mismo que le dije a todos los demás. Ni siquiera, lo que en algún momento me dije a mí misma. Te mereces la verdad completa Alejandro.

- ¿Y cuál es esa verdad Andrea? ¿Qué te dejaste enredar de tu ex marido otra vez? ¿Qué te obligó a seguirle el juego?
No sabes lo difícil que fue para mí no pegarle cuando lo vi entrar tan tranquilo a tú casa. Y luego, enterarme que también es la de él.

- ¡Cálmate Alejandro! Las cosas no fueron así. Y no, no le seguí ningún juego. Todo lo contrario. Por favor, Alejandro...escúchame primero y luego, puedes juzgar. Y te agradezco que no hayas golpeado a mi marido enfrente de mis hijos.

- Tu marido... suena tan ridículo oírlo. No sé qué me puedes decir que me haga entender, pero está bien. Habla, Andrea.

- La verdad no es tan simple. Cuando regresé y me enteré que mis hijos me creían muerta, sentí que ya nada tenía razón de ser. Sentí mucha rabia, dolor y muchas ganas de ver sufrir a todos los que participaron de esa mentira. Ya no sólo quería justicia. Y luego... me enteré que Gregorio se pensaba casar.

Alejandro, ¡eso no lo podía soportar!

- Pero Andrea... ¡tú me dijiste que ya no estabas enamorada de él! Además, ¿no imaginaste que en 20 años, quizás ya él había formado otro hogar?

- Es justo eso Alejandro. Sí, sí pensé que él se había podido casar.
Y creí que no me importaba. Quizás, si lo hubiera encontrado ya casado, no habría sido tan fuerte. Pero no así. No así Alejandro.

- Pero Andrea, qué importaba si él se iba a casar? Tu regresaste por tus hijos.

- No, Alejandro. No podía soportar que él le diera mi lugar en MI casa a otra mujer. Que otra mujer ocupara mi lugar frente a mis hijos. Justo en el momento en el que yo regresé. No, no podía aceptarlo. Mucho menos, cuando me enteré que mis hijos no querían una madrastra. ¿Puedes entenderlo?

- Andrea, habrías podido simplemente decirle la verdad a tus hijos.

- ¿Y dejar que Gregorio fuese muy feliz, casándose con otra mientras a mi me había abandonado?

- ¡¿Te estás oyendo?! Andrea, eso más bien suena a que estabas celosa.

....


                                                                   Y ahora, '¿qué tendrá Andrea qué decir?

La VerdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora