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Lo único que adornaban mis mejillas eran esas lágrimas que caían sin frenesís las veces en que pasaba por los lugares que lo había hecho tiempo atrás con ella, pero este sólo aumentaba cuando se me acercaba una que otra persona preguntándome si estaba bien.
Aún puedo sentir sus brazos, esos brazos que seguramente nunca más sentiré, esos besos que tanto amaba, esa suavidad que ella tenía con todo lo que hacía, ese amor por la música, la admiraba igual que yo a ella, pero al parecer eso no fue suficiente, no para ella.
Aun recuerdo el movimiento de sus pasos, a pesar de no ser el alma de la fiesta, siempre alegraba mis días, siempre era el alma de la fiesta para mi.
No soy mucho de bailar, pero por ti lo hice.
Porque amo su apretón de manos, la suavidad de estas, y lo poco que apretaba temiendo de dañarme.
Amo su forma de caminar con sus manos en los bolsillos, y como me besaba cuando estaba a la mitad de decir algo.
No hay día que no extrañe esas toscas interrupciones.
Amando los recuerdos, porque ahora es lo único que tengo de ti, esas pequeñas sonrisas junto con un sonrojo cada vez que te decía algo lindo
Así que veré tu vida en fotos así como solía verte dormir.
Viendo las fotos de nuestras salidas, torturandome lentamente al pensar en lo feliz que fuimos y que todo esto se acabó en cuestión de segundos.
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