Sleep| Quackbur

1

Ya era normal para él. También era normal para los chicos que entrenaban. Era normal que dos gays los vieran en todos y cada uno de sus entrenamientos. Ya hasta se llevaban bien. Y vaya que George se llevaba bien con uno de ellos. Clay, mejor conocido como Dream. Lo habían apodado así porque, según todas las chicas (y George), se veía como un sueño. Quackity no lo encontraba sexy. ¿Qué le veía George? O sea, no era educado. Y estaba con una chica diferente todas las semanas. Y luego otra vez con George. Sólo estaba jugando con él. Su hermano era pendejo. Pero pendejo lo quería. El silbato del entrenador lo sacó de sus pensamientos. George le dio una botella de agua y se levantó, también con una en las manos. Quackity se levantó tras él. Bajaron por las gradas hacia dos jugadores en específico. El ya mencionado Dream, el número 30. Y el único jugador al que sí encontraba sexy, Wilbur Soot, el número 15. Le dio la botella de agua con la sonrisa más falsa que pudo hacer. Se veía tan falsa que se veía real. Y la sonrisa de Wilbur se veía sincera. ¿Por qué tenía que ser tan perfecto? Era tan perfecto que llegaba a ser odioso. Quackity se quedó observando mientras Wlibur tomaba agua. Y en cuanto terminó se acercó a él y dio un suave y rápido beso en su mejilla, para después regresar al entrenamiento. ¿Qué acababa de pasar?

...

"Adivina quiénes comparten cuarto a partir de hoy"

"Dios, no. Mátame, pero no me hagas esto"

Aventó su mochila al piso mientras se dejaba caer en su cama.

"Vaya, perdóname por no poder decidir sobre el cambio de dormitorios"

"Sólo...sólo cámbiate en el baño y no frente a mí, ¿Sí?"

"¿Te molestaría que me cambiara frente a ti?"

"Yo nunca dije eso, sólo me gustaría que no fueras asqueroso frente a mí"

Wilbur rodó los ojos y sonrió. Quackity se levantó y empezó a abrir cajones y acomodar cosas.

"Y tengo unas cuantas reglas. No traigas chicas aquí, y en caso de que las traigas asegúrate de que yo no esté y no lo hagan en mi cama. No te drogues aquí, eso da asco, aunque tú eres incapaz de hacer eso" Sacó algo envuelto en una servilleta de un cajón y lo metió en un armario. "No hagas fiestas, no quiero más problemas de los que ya tengo. Si te vas a pajear hazlo en el baño, maldito hormonal"

Se sentó finalmente en la cama e hizo contacto visual con Wilbur por un momento. "Tiende tu cama, nadie lo va a hacer por ti. Eso sería todo"

Se quedó viendo a Wilbur. Prendió la lámpara de la mesita de noche junto a su cama. Conocía muy bien esa playera, era la que usaba todos los Viernes debajo de esa chamarra de cuero que tanto le gustaba. Y tenía unos shorts azules no tan cortos. Cuando levantaba los brazos la playera se alzaba y dejaba ver parte de su abdomen. Tal vez él era el hormonal. Pero todos lo eran. Tenía en sus manos un libro. Era Harry Potter y la Orden del Fénix.

"¿Usas lentes?"

La vista de Wilbur se dirigió rápidamente de las palabras en el libro hacia Quackity.

"Sólo para leer y como accesorio"

Y volvió a su libro. ¿Por qué siquiera le importaba eso? No era su problema lo que Wilbur estuviera leyendo o si usaba lentes. No le importaba.

"Te gustan los entrenamientos, ¿Verdad?¿O nada más te gusto yo?"

Quackity empezó a ahogarse con el aire tan pronto escuchó que Wilbur dijo eso.

"Yo...tú no...no me gustas, idiota"

Eso en parte era cierto. La relación entre ellos era complicada. Había algo entre ellos, pero no se soportaban en absoluto. Quackity estaba seguro de que sentía algo, pero le daba miedo y por eso lo escondía con odio. Lo odiaba sólo un poquito. Lo odiaba pero la verdad era que Wilbur era agradable. Agradable, sexy y responsable, totalmente su tipo. Su único defecto era que era hetero. Pero aún así era su tipo. ¿Por qué siempre se enamoraba de la gente que nunca se enamoraría de él? Porque era un imbécil. Por eso era.