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Gritó de emoción y alzó el rostro, dejando que el viento helado de la noche se estrellara contra su piel a través del visor del casco. Sus ojos, al brillar como lunas encuarto creciente, se encontraron con los de su amigo Alfa, quien, al conducir junto a él, le devolvió la sonrisa con idéntica efusividad.

La carretera se desplegaba bajo ellos, iluminada con una luz suave y prometedora que conducía hacia el final del túnel. Sin embargo, un sonido enigmático en la distancia capturó la atención de Minho, arrugando su ceño en una mueca de intriga.

Compartió una mirada cargada de incertidumbre con Christopher, quien reflejaba la misma inquietud en sus ojos oscuros. Antes de que Minho pudiera formular una palabra, el de hebras castañas oscuras habló primero, alzando la voz para ser escuchado lo suficiente sobre el casco y sonidos de sus motocicletas.

"¿¡Soy yo o acaso es la policía!?"

Minho se dio cuenta de que no era el único que había percibido el ruido. Observó al frente y escuchó el creciente estrépito de sirenas y motores, señalando la aproximación de múltiples vehículos que no se movían con ligereza. Además, avanzaban en sentido contrario al de su trayectoria.

Desconcertado, Minho cruzó miradas nuevamente con Christopher y se alarmó al ver cómo dos autos negros se acercaban bruscamente a través del túnel, avanzando directamente hacia ellos.

"¡Chris, cambia de carretera!" Gritó, preparándose para esquivar los vehículos que se acercaban con furia, casi chocando contra las paredes al adentrarse en el túnel.

Christopher, anticipando la orden, aceleró su motocicleta y se lanzó hacia el costado, saltando la barrera de cemento con baja altura que separaba las dos carreteras del túnel. Con habilidad, cruzó entre los pilares con suficiente espacio para su moto, calculando perfectamente el paso y aterrizando en la acera opuesta.

Mientras los autos descontrolados irrumpían en el pasaje con feroz determinación, Minho maniobró con habilidad, pero en dirección contraria, acercando su motocicleta lo más posible a la pared del túnel, cediendo paso a los intrusos en su peligrosa huida.

Un auto pasó a toda velocidad a su lado, seguido por otro que dejó tras de sí una estela de humo de llantas quemadas. Los vehículos avanzaban erráticamente, evitando los obstáculos con una desesperación palpable, rozando los pilares antes de recuperar el ritmo. El alboroto de las máquinas en fuga dibujaba una estela de caos y nubes grises.

Poco después, las luces azules y rojas de la policía hicieron su aparición, persiguiendo a los vehículos con una velocidad inferior, pero con una determinación igual de feroz.

Minho exhaló un suspiro de alivio al haber esquivado el peligro a tiempo, pero su curiosidad creció ante el misterio de lo ocurrido. A través de los espacios entre los pilares, observó al alfa con feromonas aroma a sándalo y Ylang Ylan en la otra carretera, tranquilo al ver que su amigo estaba bien.

Toda la ruta, que debería haberse convertido en una cinta de asfalto cerrada, estaba destinada a un evento que prometía ser un festival de motores y emoción. La carretera, reservada para la carrera de motos que tendría lugar al día siguiente en la mañana, se había convertido en un santuario para los apasionados del motociclismo, con su propósito de celebrar el trigésimo aniversario de la Federación de Motociclismo "Drive". La pista estaba acordonada con seguridad, cámaras y preparativos destinados a enmarcar un día inolvidable, con la esperanza de construir una pista aún más desafiante.

Lee Minho y Bang Christopher Chan, Alfas de esa agrupación de corredores y líderes destacados en la competición, recibieron el privilegio de recorrer la carretera una vez más antes del inicio oficial. Sin embargo, el destino les tenía reservado un giro inesperado.

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⏰ Última actualización: Aug 20 ⏰

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