Querida Martina... -Martuli-

epilogo

Carta

Hace unos años me llegó a las manos un libro, un libro que vos habias escrito sobre mi, sobre nosotras

Ahora comprendo que esa historia que estabas escribiendo y nunca llegaste a mandarme era ese libro que tantas veces tuve en mis manos y jamás me anime a leer

Aveces suelo pensar como hubiesen sido las cosas si hubiera leído alguna de tus cartas. cometí errores pero aprendi a perdonarme como se que tú lo hubieras hecho

Ayer terminé de leer tu libro, creo que no lo hice antes porque temia enfrentarme a tu recuerdo y a lo que conllevaba

De todas formas ahora vivo en paz y es algo que vos me enseñaste, gracias por amarme y enseñarme a amar

aún sigo esperando el día en el que nos volvamos a encontrar.

Todo va bastante bien, después de tu partida vendí nuestra casa y pude mudarme a Nueva York, si, a nueva York, como siempre lo soñaste, soñabas tocar la nieve y vistar cada parte de el, ahora yo lo estoy haciendo por vos.

aún sigo conservando todas tus cosas, nuestras fotos siguen colgadas por toda la casa, se que donde yo esté vos siempre vas a estar conmigo.

Dicen que una persona puede vivir hasta cuatro vidas, entonces decidí comprobarlo, de cumpleaños recibí una máquina del tiempo y al usarla viaje a tu encuentro.

Primero, te encontré en Grecia, poco antes de Cristo filósofa, escribiendo para todos no me sorprende siempre has sido arte, años después, te encontré pintando un cuadro en el Renacimiento supe que eras tú, al ver tu pincel dibujándome a mí finalmente, te encontré en los sesentas a la orilla del mar escuchado a los Beatles, pidiéndole al océano todos tus anhelos espero te los haya cumplido, es algo extraño ¿Sabes? Que a pesar de no estar a tu lado en el presente, en el pasado siempre te encontre y si esta fue nuestra última vida, gracias, fue un placer hacer historia a tu lado.