The Way I Do; minsung [TRADUCCIÓN]

Ú N I C O

The Way I Do

Advertencia del autor original:

Historia corta. Menciones no descriptivas de defecar y vomitar. La mayoría de los personajes están bajo la influencia del alcohol.

Nota previa de la traductora:

Ay, como extrañaba traducir. Literal me tomó unas tres horas en hacer todo porque solo esperaba la autorización de la autora; realmente es una historia que quise traer a ustedes.

Sigan a la autora en Archive For Our Own:

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O como 

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Into the new world de Girls Generation resonaba por el departamento, sopesado por las paredes entre el baño donde MinHo se escondía y la cocina, donde ChangBin controlaba el parlante. MinHo se encontraba un poco agraciado gracias a las pocas copas de espumante que había bebido y de la videollamada que tuvo con sus padres y sus bebés. Soonie había rozado si nariz justo en la cámara, y MinHo juró que su corazón se detuvo por un instante. De repente, el sonido incrementó momentáneamente al instante que la puerta fue abierta, dejando pasar a Han JiSung, de pelo esponjoso y calcetas raras.

—¡Oh! ¡Estás aquí! Desapareciste.

—Estaba en llamada con mis padres, saludándonos por Año Nuevo —explicó MinHo.

Su rostro se iluminó, su boca tomó la forma de un corazón con sus dientes brillantes entre sus labios. Hay un poco de espinaca entre sus dientes frontales, y MinHo se acercó instintivamente para quitárselo.

La cabeza de JiSung se inclinó, pero no retrocedió por completo, por lo que MinHo agarró su barbilla y clavó el borde de su uña meñique entre sus dientes para desprender la espinaca de ellos y lavar su dedo en el lavamanos.

—Espinaca —se explicó.

JiSung se pasó su lengua por sus dientes. —Gracias.

MinHo se dio cuenta de que necesitaba soltar la barbilla de JiSung, pero se sorprende de cuán difícil es hacerle entender eso a su mano para que lo libere.

—Tengo que mear —dijo JiSung de repente, sorprendiendo a MinHo con una carcajada.

—Adelante. Es un país libre.

Probablemente MinHo debía de irse de ahí, sin embargo, decide que es mejor posarse en el borde de la bañera mientras que JiSung orina con rapidez y se lava las manos antes de unirse a él.

—¿Saludaste a los niños de mi parte? —consultó.

—No. Ni siquiera preguntaron por ti.

—Cruel. —JiSung hizo un puchero, pero golpeó su hombro contra el de MinHo. Lo empujó inesperadamente más fuerte hacia atrás, lo que le hizo perder el equilibrio. MinHo todavía estaba aferrado, pero solo bastó un empujón más para que él se terminara deslizando hasta la bañera.

JiSung, sorprendido, parpadeó hacia él.

—¿Estás cómodo? —preguntó, socarrón.

—Demasiado. ¿Quieres unirte?

—Ah, mierda. ¿Por qué no?

Un descenso menos controlado más tarde y JiSung se aplasta contra MinHo en la bañera, hombro con hombro y piernas apiladas entre sí. Todo se siente bien, aunque eso podría justificarse con el alcohol. JiSung no tiene excusas, en realidad, él por el momento no había bebido; no es como si uno lo supiera por la forma en la que agita sus extremidades como Bambi sobre hielo para hacer absolutamente necesario su ingreso en la bañera.