El gato que adopte.

Precioso

Suelta un suspiro mientras los criminales que ha estado persiguiendo y por los cuales ha estado lejos de su hogar durante tres meses han sido arrestados se siente aliviado de dejar el trabajo encubierto y regresar a casa, extraña a su hogar y su pareja.

se quedó hospitalizado por haber recibido el impacto de una bala en su hombro derecho por suerte no afecto nada importante, durante todo ese tiempo estuvo hablando por mensajes con su pareja que por cuestiones de la universidad no pudo ir a visitarlo ni una sola vez, quiere a su pareja por eso le ha estado pagando sus estudios universitarios sabe lo importante que es para él pero ahora puede regresar a casa y ser recibido por la persona que ha extrañado durante todo este tiempo, eso lo anima, llevar criminales a la cárcel y luego ir a los brazos de su novio lo hace feliz.

Ha tenido que tomar un vuelo de regreso a West City son las dos de la tarde cuando regresa a su ciudad natal sabe que su pareja esta en casa, quiere enviarle un mensaje pero decide que mejor le dará una sorpresa ha sido mucho tiempo lejos, toma un taxi hacia su casa le paga al conductor para adentrarse sonríe mientras abre la puerta, apenas ha dado unos cuantos pasos en su casa, revisa la sala y la cocina no hay rastro de su pareja aunque los platos están sucios y son los suficiente como para dos personas, sube las escaleras que dan con el segundo piso y puede oír ruidos.

Aprieta los puños porque sabe muy bien de que son esos sonidos de placer aprieta los dientes mientras abre la puerta de la habitación que lleva compartiendo con su pareja siete años solo para encontrarlo acostándose con otro hombre, se ha quedado pasmado al ver la imagen que destroza su corazón.

— ¡Gogeta! —Exclama su pareja al verlo quitándose al hombre que le molesta porque lo conoce y lo considero un amigo — ¿Cuándo? ¿Por qué? ¿No debías estar aquí hasta la próxima semana?

—Lárgate de mi casa —Es lo único que puede decir — ¡Los dos se largan de mi casa en este mismo instante!

— ¡No puedes correrme está es mi casa también!

— ¡No, no lo es! ¡Yo la compre con mi dinero! ¡Está es mi casa! ¡Recoge tus cosas y lárgate no quiero ver tu cara!

—Gogeta podemos hablar las cosas —Expreso mientras su supuesto amigo no decía nada retirándose de la habitación lo más rápido que podía —Esto es culpa tuya te fuiste por demasiado tiempo y yo tengo mis necesidades al igual que tú ¿o acaso no me dices que te acóstate con alguien estando lejos?

—No me incluyas en el mismo paquete que tú —Le gruño mientras iba hacia el armario sacando la ropa de él —Yo estuve durante todo este tiempo trabajando ¿Y qué estuviste haciendo? ¡Acostándote con Yamcha!

La discusión de ellos se volvió bastante grave, Gogeta lo tiro fuera de su casa mientras él golpeaba la puerta intentado que lo dejará entrar, Gogeta le dijo que se largaba o lo arrestaría por invadir propiedad privada.

— ¡Eres un pedazo de mierda inservible mal novio! —Le grito a la puerta — ¡Todo este tiempo me tenías descuidado por tu maldito trabajo! ¡Sabes que! ¡Si me acosté con Yamcha y con varios de tus compañeros de trabajo! ¡Y lo disfrute! ¡Por qué te lo mereces! ¡Y te mereces estar jodidamente solo pedazo de basura! ¡Todo el tiempo pensando en tu trabajo! ¡Tu trabajo! ¡Yo jamás te importe! ¡¿Pues sabes qué?! ¡Vete a la mierda! ¡Tú y tu trabajo de porquería!

Gogeta quería ir allí y darle un puñetazo en la cara pero se contuvo escucho una patada a la entrada de su casa y otros gritos más diciéndole todo lo que se le pasara por la cabeza hasta que se retiró, cuando no pudo escucharlo más Gogeta soltó un grito de enojo y frustración, tenía tanto deseos de golpear algo, quito las fotos que tenían juntos y la rompió, tiro los cuadro, quebró los regalos que le entrego nada de lo que había de ellos se salvó del paso de su ira.