(cancelada)
¿Que harías si de un día para otro secuestran a tu familia? ¿Acaso los buscarías?
Porque para Vegetta era un sí.
Sin importar que tan lejos tenía que llegar por ellos.
Historia Rubegetta inspirada en los Squid Crafd 2 y en un tik tok.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¿Por qué estaba tirado en el suelo?
Su cabeza dolía, sentía el espeso líquido carmesí recogiendo su nuca, pero ¿Por qué estaba sangrando?
Intento tocar su nuca sin éxito, el dolor era fuerte, le avían golpeado con algo en la cabeza.
Miro todo el desastre en frente de sus ojos, su casa siempre pulcra ahora estaba echa un desastre; todos los muebles y cosas encima de estos estaban fuera de su lugar, avía sangre y huellas de botas por todo el piso blanco de su hogar.
Pero, ¿Por qué estaba pasando esto?
Recordaba estar con su esposo e hijo cenando y platicando sobre un tema sacado de la nada, un juego misterioso que se avía vuelto popular entre los amigos de su hijo. No lograba recordar más.
Rubius y Spreen
Rubius y Spreen
Rubius y Spreen
Se avían llevado a Rubius y Spreen.
- ¡Rubén! ¡Iván! - se levantó por la inercia sintiendo el mareo por el golpe, sin embargo empezó a buscar por toda la casa intentando no resbalar por los líquidos que todavía había en la sala.
Lo único que seguía como nuevo era la mesa en medio de todo.
En ella avía una carta, una carta que avía visto antes.
Recordaba los anteriores días, avían sido difíciles por los eventos en donde se avían envuelto su esposo y su hijo.
Ambos avían participado en algo llamado Minecraft extremo, después de eso volvieron a casa hechos mierda, el propósito del juego era intentar sobrevivir para ganar un misterioso premio.
Recordaba a su esposo comentándole que al final del juego les dieron unas cartas algo sospechosas para participar en algo similar a eso, pero el no los dejo llamar al número de estás, estaba seguro de que ninguno de los dos llamaron al número de esa carta.
Pero hay estaba, confundido después de estar noqueado de lo que parecían dos días, solo en su casa sin saber a dónde se avían llevado a su familia.
El día paso intentando contactar a amigos de su familia para ver si ellos sabían algo de ellos. Algunos ni siquiera contestaban.
Sin más opciones decidió tomar la carta en la mesa, en ella estaba escrito un número que no era de la región donde habitaban.
Con el corazón en la garganta decidió llamar al número que marcaba la tarjeta, deseando que le dieran información de lo que avía pasado.
