-.𝓬𝓸𝓷𝓮𝓳𝓲𝓽𝓸 𝓪𝓼𝓾𝓼𝓽𝓪𝓭𝓸.-

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Ian varias veces tuvo ataques de ansiedad, donde sentía que no podía respirar y sentía mucho miedo de todo, después del ataque le costaba mucho tranquilizarse así que Aáron acudió a un psicólogo para que lo ayude.

Psicólogo:- Señor Aarón, podría probar con distraerlo con algo, que solo se concentre en eso, mientras usteded le transmite tranquilidad, como diciendo palabras cortas y simples. -dijo el profesional

Aarón después de más charlas se retiró del consultorio y se subió a su auto, mientras conducía pensaba en que podía hacer para que su pequeño se distrajera después del ataque de ansiedad, lo más común era que máscara chicle y solo se fije en eso pero recordó la vez que su conejito se ahogó con un chicle y desde ese momento por seguridad no le da más chicles.

Llego a la gran casa estacionando su lujoso auto y se encaminó a entrar.
Cuando pasó la puerta principal vio a su pequeño que traía una gran sonrisa.

Aarón: Ian? Que sucede? -

Ian: t-tengo que mostrarte algo -sonrio- ve a la co-cocina y lo verás.

Aarón: esta bien-

se dirige hacia la cocina encontrándose con un pequeña torre de brownis de chocolate.

Aarón: tu los hiciste cariño? - dijo mientras abrazaba a el contrario

Ian: s-si, quería hacerte algo es-especial y vi esta receta en un video -

Aarón: gracias por tu consideración bebé, pero sabes que prefiero que estés fuera de la cocina, te podrías quemar o cortarte con algún cuchillo -

Ian sabía eso pero igual quería hacerle algo a su papi.

Ian: e-estas enojado? -Dijo con lo ojos vidriosos y mirando al suelo

Aarón: no bebé, no me enoje contigo- acarició la mejilla de Ian- que te parece si te preparo una Rica taza de leche tibia y yo me preparo un café para comer juntos?

Ian: si -dijo alegre

Pasaron la tarde charlando y merendando, sin duda fue muy cálido.

La noche llegó y Aarón estaba en su oficina viendo unos papeles cuando alguien tocó la puerta.

Pase - dijo

De a poco se dejó ver una figura pequeña y delgada cubierto por una manta verde claro, tenía la cara llena de lágrimas y estaba descalzo.

Ian: p-papi..- dijo mientras se acercaba lentamente a Aarón

Aarón: que sucede bebé? -le hacía señas a él menor para que se siente en su regazo-

así lo hizo, se sentó en las piernas del mayor.

Ian: y-yo, me..me doble el p-pie -dijo entre lágrimas

Aarón: a ver, muéstrame donde te golpeaste-

El menor le indicó donde y el mayor empezó a dar pequeños masajes.

Aarón: tranquilo, tienes que tener más cuidado para la próxima, te podrías lastimar peor. -

Ante los ojos de Aarón el menor era muy frágil, por eso razón cuando se portaba mal o hacia berrinches no usaba los golpes, sus castigos eran más como, pararse mirando a la pared por 10 minutos, nada de postres ni dulces, sin aparatos eléctricos o sin paseos.
Sentia que al más ligero toque su bebé podria romperse.

Aarón: tus pies están fríos, vamos a ponerte unas medias -dijo levantándose con su bebé en brazos - ya te bañaste?

Ian asintió

Subieron a la habitación del menor y mientras Aarón buscaba unas medias el contrario quedó en la cama.

Ian: v-va a llover? - no le gustaba para nada la lluvia, los ruidos fuertes de los truenos le daban miedo.


Aarón: al parecer si, toda la semana -dijo poniéndole unas medias blancas- así que supongo que voy a tener a un conejito asustado en mi cama toda la semana.

Ian: no es cierto, y-yo no me asusto -dijo con un adorable puchero-

Aarón: a, si? Entonces que era esa bolita de lágrimas y temblando la semana pasada- río levemente

Ian: es, es q-que -las palabras no salían, pero un notable color rojo se formó en sus mejillas-

Aarón: de igual forma no me importaría tener a un pequeñito asustadito en mi habitación- dicho eso le dio un beso en su mejilla y el contrario rio-


La duda seguía en Aarón, que podría usar para calmar a su pequeño.