𝐏𝐫𝐞𝐠𝐧𝐚𝐧𝐜𝐲 [𝐋.𝐒]

𝐏𝐫𝐞𝐠𝐧𝐚𝐧𝐜𝐲

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Louis permanecía sentando sobre el inodoro con la tapa abajo, mordiendo sus uñas con nerviosismo y casi llorando mientras pensaba.

Cinco.

Fueron cinco pruebas positivas, cuando hizo la primera imaginó que podría ser un error, la segunda lo puso un poco nervioso pero confió en su suerte. Para la cuarta tenía mucho miedo y en la quinta casi lloró, de nervios, miedo y tal vez felicidad.

Aunque la felicidad, nerviosismo y lo que fuera que su corazón estaba sintiendo en ese momento, fue opacado por el miedo.

Tan solo tenía 24 años y recién se había casado hace menos de un año; esto no era adecuado, aún faltaba tiempo para graduarse, para abrir su academia de baile y su esposo... Oh, Harry.

¿Qué pasaba si Harry no quería un bebé?

Aún si no estaba listo, no planeaba abortar, era su bebé después de todo. No importaban sus pensamientos anteriores, él no mataría al fruto de su amor con Harry, no mataría al pequeño ser que ahora habitaba en su vientre.

Así que con decisión, aceptó que aún si Harry rechazaba al pequeño en su vientre, él lo amaría y protegería con todo su ser, pero realmente esperaba que la respuesta de Harry no fuera negativa.

Después de un rato de analizar las cosas, de aceptar todo e incluso ilusionarse con la idea de un pequeño con los lindos ojos de Harry y su perfecta sonrisa, decidió asegurarse haciendo análisis sanguíneos, no quería decirle a Harry la noticia sin estar cien por ciento seguro.

¿Pero cómo iría?

Que Harry lo llevara no era una opción, un taxi no. Harry decía que el conductor podría enamorarse y raptarlo, le parecía gracioso aunque sabía que al rizado no. Manejar él mismo... Ni siquiera debería pensar en eso, la última vez que lo hizo casi atropella a alguien. Llamar a Zayn... Mucho menos.

Llamar a Zayn implicaría que él llame a Niall, que llame a Niall implicaría que llame a Liam, y él llamaría a Shawn, el cual a su vez llamaría una vez más a Zayn, para luego llamar a Luke y por último aparecer todos en su casa con regalos para un babyshower y quién sabe qué tantas barbaridades más.

Conocía muy bien a esa manada de amigos que se cargaban Harry y él.

Louis no deseaba que Harry se enterara por nadie más, eso era algo privado, algo que deberían hablar solo ellos.

Así que reunió todo el valor que no sabía que tenía y se levantó decidido, le diría, aún si no era seguro, era mejor a que Harry se molestara por no decirle antes.

Con pasos lentos se dirigió a la habitación que compartía con su ahora esposo, la misma que compartían desde que se mudaron siendo novios, tratando de no hacer mucho ruido para no despertarlo abrió la puerta.

Lo cual es ilógico, porque iba a despertarlo, pero bueno, así es Louis.

Se sentó con delicadeza en la cama y observó a su esposo aún dormido, con sus ojos cerrados, sus largas pestañas rozando un poco su rostro, sus rosados y gruesos labios entreabiertos, el cabello hecho un hermoso desastre y su nariz perfilada, aún con un rastro de baba en su mejilla, para Louis era simplemente perfecto.

Cosas del amor, ¿quién lo entiende?

Muerde su labio y acaricia la frente del contrario, con amor aparta algunos mechones de cabello.

—Hazz...

Un gruñido como respuesta que lo hace sonreír.

—Anda, despierta.