ᐢდ ɴᴏᴠɪᴏs sᴇᴄʀᴇᴛᴏs დᐢ

𝖚𝖓𝖎𝖖𝖚𝖊

Hace unos veinte años, en una fría mañana de enero, se había dado el regreso a clases de la primaria donde estudiaba Mark Lee, quien era un niño risueño, hablador y alegre, su pasatiempo preferido sin lugar a duda era hacer nuevos amigos

Esa mañana estaba más que feliz, era obvio que nuevos estudiantes se integraban a la primaria, lo que significaba más amigos para el pequeño Lee

Mientras se dirigía a la institución entre alegres saltitos, iba pensando que clase de nuevos compañeros llegarían a su salón

Sin darse cuenta chocó contra otro niño, recuerda que este era un poco más alto que el, con el cabello tan negro y los ojos tan grandes que lo hacían parecer recién salido de una animación, de esas que veía con sus papis los viernes de maratón

Se había dado cuenta que no había cruzado palabra con el niño, por lo que apresuró a disculparse torpemente

El otro niño sólo sonrió y ladeo la cabeza confundido, Mark hablaba muy rápido y el no entendía muy bien

- Uh, está bien, no fue nada - aún recuerda la dulce voz del niño y como su sonrisa dejaba ver sus rosadas encías

Mark de un momento a otro se le colorearon las mejillas de un lindo carmín, algo que había dejado impresionado al pequeño pelinegro

- S-soy Mark, disculpame si te lastime, no era mi intención, no estaba mirando al frente y..- el pequeño Mark había empezado a divagar, el otro niño lo había cortado con una pequeña risa

- No pasó nada no te preocupes, soy Yuta, hoy es mi primer día- Mark siempre recordaría lo que fue la mejor presentación que le hayan dado en su vida

Los niños hablaron un poco de camino hasta la primaria, como faltaba poco para empezar las clases habían acordado verse en el descanso Y cada uno se había perdido por un camino

Un Mark feliz llegó hasta su aula, había sido recibido por muchos abrazos de sus amiguitos, el había estado el doble de feliz

Recuerda a su maestra entrando al aula para informarles sobre los nuevos compañeritos que formarían parte del grupo

Si Mark estaba feliz, ahora lo estaba el triple, su sonrisa se había agrandado cuando vio una cabellera negra conocida, Yuta también estaría en su clase..

Mark recordaba todo con nostalgia, ese mismo día hace veinte años había conocido al que sería su alma gemela, aquel muchachito que parecía sacado de una caricatura, empezó convirtiéndose en su super duper mejor amigo, al pasar de los años lo siguió siendo

Nadie lo conocía como Yuta, y nadie conocía a su Yuta como lo hacía el

Y así es como llegamos a la actualidad, el Mark que recordaba su infancia estaba mirando con una sonrisa la cara plácidamente dormida de su novio, repasando por infinita vez sus marcadas facciones, aquellas que desde su adolescencia marcaron un gran cambio en el japonés