i can do it with a broken heart; Charles Leclerc

001. Iconic Family

Moscú, Rusia
10 de enero de 2010
(4 años antes de las olimpiadas 2014)

La escuela de patinaje artístico Sambo 70 era una de las instituciones más exclusivas y prestigiosas de Rusia. Solo los mejores atletas, aquellos con un potencial excepcional, recibían la codiciada invitación para unirse. Ser parte de Sambo 70 no era solo una oportunidad, era una promesa de grandeza. Para muchos, no importaba de que rincon del mundo vinieran; todos soñaban con patinar bajo las estrictas enseñanzas rusas, con la esperanza de convertirse en la próxima estrella mundial del hielo.

Entre los afortunados, Arina Belova se destacaba. Era una joven prometedora que recientemente había comenzado a entrenar en la pista de la academia. Con solo once años, su vida se centraba en las horas interminables de práctica. Su familia de un poder adquisitivo normal, la apoyaba como podían. En cambio su mejor amiga, Anya, provenía de un entorno comoletamente diferente. Rubia y de una familia reconocida y adinerada, Anya tenía todo el apoyo económico y social que un joven talento podría ocupar y necesitar. Su padre era un ex corredor de la máxima categoría del automovilismo, una leyenda marcada en la historia del deporte.

Pero si le preguntaran a la pequeña Anya quién era su mayor rival, no lo pensaría dos veces: Arina, su propia mejor amiga. Ambas habían desarrollado una relación de cercanía desde que se conocieron, un vínculo basado en la amistad, pero también en la compentencia. Lo que no podía ver a sus cortos once años era que, eventualmente, su amistad sería puesta a prueba por la rivalidad que crecía con ellas.

Ekaterina, la entrenadora principal de Sambo 70, estaba encantada con el dúo. Para ella tener dos jóvenes tan talentosas bajo su tutela significaba tener más oportunidades de éxito en los torneos que se avecinaban. Esa tarde mientras las chicas calentaban la pista, Ekaterina no podía ocultar su orgullo al verlas. Sabía que la temporada que estaba por comenzar sería crucial, y estas dos niñas representaban su mayor esperanza.

Sin embargo, el ambiente en Sambo 70 era más pesado de lo normal. Sofya y Anastasia, dos de las patinadoras más reconocidas de la escuela, estaban siendo seguidas por camarógrafos para un documental. Ambas patinadoras se encontraban preparándose para las olimpiadas de Vancouver, que se celebrarían en un mes. Sofya con sus diecisiete años, llevaba dos años invicta y era la favorita para ganar el oro. Su nombre resonaba no solo en Rusia, sino en todo el mundo, y la presión sobre sus hombros era gigante.

Anya, a pesar de su edad, sentía la tensión en el aire. A diferencia de Sofya, ella no estaba bajo los reflectores, y aunque un día soñaba con estar en su lugar, en ese momento se sentía agradecida de no ser la protagonista de tanta atención. Aún así, la presión de la elite del patinaje se podía sentir en cada rincón del lugar. Todos, sin importar la edad, sabían que estaban entrenando junto a futuras leyendas.

Mientras Anya se detenía en el centro de la pista, observó como Ekaterina llamaba a Sofya para corregir algunos detalles. La joven patinadora, desesperada y visiblemente frustrada, se golpeó la cabeza contra la mesa en un intento de liberar su tensión. Anya y estaba acostumbrada a ver estas escenas. Así era un día normal en Sambo 70; el dolor, la presión y el agotamiento emocional eran compañeros constantes en el camino hacia la perfección.

Bahrain 2022
16 de marzo del 2022

El zumbido suave del jet privado de la familia Häkkinen llenaba el aire mientras descendían a Bahrein. Anya, ahora mucho mayor, miraba por la ventana de avión, sumida en sus pensamientos. Aquella niña que soñaba con el oro en la pista de hielo había crecido, pero su pasión por el patinaje seguía siendo fuerte. Javi recibido una llamada inesperada de su padre esa misma mañana, pidiéndole que los acompañara al inicio de la temporada de la Fórmula Uno. En un principio, había rechazado la invitación; las carreras de autos nunca habían sido de su interés. Pero después de insistir, y con la promesa de que sería un viajo corto, aceptó.

El deporte automovilístico nunca había sido lo suyo. Para Anya, las carreras de coches eran tan aburridas como los partidos de fútbol, Las pocas veces que había asistido a eventos de la Fórmula Uno, lo había hecho por obligación. Le agobiaba la multitud, el ruido constante y, sobre todo los periodistas que siempre intentaban sacar alguna información de su vida privada. A pesar de su distanciamiento con ese mundo, no podía negar quién era su padre.

Mika Häkkinen, el hombre que desafió y venció a leyendas como Michael Schumacher , seguía siendo un icono viviente en el paddock. Cada vez que Mika y su hijo menor, un joven piloto prometedor, aparecían los medios se abalanzaban sobre ellos como abejas a la miel. El apellida Häkkinen brillaba con luz propia, y Anya, aunque deseaba mantenerse al margen, no podía evitar atraer la atención. Todos querían una entrevista, foto o simplemente un momento con la familia que había dejado una marca imborrable en el deporte.

Toto Wolff, el carismático jefe de Mercedes, siempre encontraba una excusa para acercarse a Mika. Helmut Marko, desde RedBull, no perdía la oportunidad de elogiar el talento de los Häkkinen en entrevistas. A menudo, olvidaba el nombre de Anya, pero no perdía la ocasión de hacer comentarios sobre el prometedor futuro de su hermano.

Los días previos a la carrera se convirtieron en un torbellino de atención para la familia. Los pilotos querían causar una buena impresión, los medios buscaban titulares jugosos, y los equipos intentaban atraer a la leyenda finlandesa a sus garajes. Para Anya, aquello era agotador, pero había aprendido a sonreír y a dejar que las expectativas de los demás rebotaran en su piel, como el frío de la pista de hielo en los días más duros de entrenamiento. 

hola!
espero les guste este primer
capítulo, vamos conociendo a la familia
häkkinen y el pasado de anya🫶🏼🥹💘

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