꒰ pa-pá. ꒱﹗O2

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Habían pasado 6 semanas desde que Lucca había llegado a la guardería. Y una que otra cosita había ocurrido también en ese lapso de tiempo.

Lo llamaría roces, pero no sabe si son exactamente eso. Cuando Son llegaba por su pequeño Lucca, le sonreía levemente, aveces le decía cosas extrañas, algunas veces indignante, no era exactamente un halago que le dijera "Buen trasero", ahora le daba vergüenza caminar frente al pelinegro.

Sentía esos ojos oscuros sobre su persona, como si lo quisiera comer, lo hacía, en su mente, no lo podía saber.

Al principio ese tipo de coqueteos le molestaba, pero después descubrió algo que hizo su corazón romperse.

El pequeño Lucca no tenía mamá, ni beta, ni alfa, nada. Ahora entendía la razón por la cual el pequeño estaba tan acostumbrado a los biberones y no tenía el aroma de un Omega nunca en su persona.

Normalmente las madres llenaban a los pequeños de sus aromas para que se sintieran seguros, pero Lucca siempre olía a su papá.

Ese delicioso aroma de cedro recién talado y bosque. Muy embriagador, y puede o no que se haya quedado con un pequeño paño de Lucca por tener el aroma de su padre.

Y puede o no ser que lo tenga bajo su almohada para olfatearlo todas las noches, Neymar le había comprado uno igual a el pequeño así que nunca descubriría nada, incluso cambiaba los paños cuando se le acababa el aroma del pelinegro, así tendría un paño con mucho aroma.

Cada vez que el pelinegro aparecía Neymar no podía evitar que un sonrojo cubriera su rostro y miraba el suelo lleno de vergüenza.

Sin embargo, algo que le gustaba bastante era lo a pegado que era Lucca con el, no le gustaba estar con ningún otro Omega, si alguien que no era el lo cargaba, el pequeño lloraba a mares y no se callaba hasta que estuviera de vuelta en sus brazos.

Aunque, había algo que no lo dejaba tranquilo, Lucca siempre se pegaba a su pecho, pero no en la forma de acurrucarse, si no, buscando algo allí. Trataba de agarrar con sus manitas sus pechos por encima de su delantal.

Siempre terminaba haciendo algo para que se distrajera de eso, no era que le incomode demasiado, pero el buscaba algo que no había allí.

Ese día estaban aprendiendo los fonemas y como se escribían, los cachorros más grandes entendían mejor eso, pero el pequeño Lucca apenas si podía balbucear unas palabras incompletas e inentendibles.

-Di papá, pa-pá.- estaba sentado junto con los otros pequeños, quienes escribían en hojas los fonemas enseñados.

Lucca estaba sentado al frente del moreno y lo miraba de lado, como si no logrará entender del todo lo que decía.

-¡Pa-dá!- exclamó el aplaudiendo y riendo alegremente, y Neymar solo suspiró.

-Maestro Neymar, mamá se escribe con los dos palitos con loma, ¿Verdad?- el moreno rió ante la imaginación del pequeño Nicolás en describir de esa forma la 'm'.

-Si, m y a, forman ma, y dos son mamá, tiene un pequeño punto en la parte de arriba de la última a que es el acento. Pero eso lo aprenderás poco a poco, solo no olvides ponerlo.

-¡Sí Maestro Neymar!- Nicolás volvió a su escritura y Lucca se le quedó mirando, no hacía mi decía nada, solo miraba al cachorro escribir.

-¿Quieres intentarlo pequeño?- le preguntó con una sonrisa a el rubio y éste se volteó hacia el mientras sonreía como si le entendiera lo que le dijo.

-¡Bá!- respondió el alzando sus manitas e Neymar solo rió por lo bajo, buscando un crayón y una hoja de papel blanca.

Trató de mostrarle cómo se escribía papá, pero como era de esperarse no tuvo mucho éxito, apenas si había aprendido a agarrar al lápiz correctamente.

¿mamá?ᅠ★ᅠsonneyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora