Camión escolar se impacta contra camioneta en la calle principal.
El accidente ocurrió alrededor de las 2:28 de la tarde, al lugar acudieron los elementos de seguridad, confirmando así un saldo de cuatro heridos y un muerto.
Las noticias en los periódicos y portales de internet siempre decían lo mismo. Trataban de lamentar la pérdida pero al mismo tiempo justificaban al idiota que iba conduciendo aquel camión escolar.
Todos pretendían que les conmovía el suceso, pero decían que era un milagro que ningún alumno del colegio saliera herido. Entrevistaban al conductor del autobús y este aseguraba que había hecho todo lo posible por no herir a los niños, logrando que lo vieran casi como un héroe. Hacían lo mismo con el conductor de la camioneta y decían cosas como "¿No es maravilloso que sobrevivieran todos los niños?", sabiendo que ese hombre había perdido a su hijo.
La familia Kim perdió a uno de sus hijos.
En la preparatoria hicieron un pequeño homenaje, la fotografía del estudiante en medio del auditorio, rodeada de miles de flores.
Kim DongYoung.
Aquel alumno ejemplar con buenas notas y miles de ofertas de muchas universidades que se peleaban para tenerlo en sus campus. Tenía una sonrisa muy brillante, a todos lados que llegaba lograba iluminar con su presencia, tenía ese don de poder consolar a todo aquel que fuese a buscarlo.
Siempre absorvía los malos sentimientos de sus compañeros, era como una pequeña esponjita que se llevaba lo malo, sanando a aquellos que no encontraban que hacer con su vida.
Tenía diecisiete años.
Johnny lo conoció desde los seis.
Eran amigos desde pequeños, eventualmente y conforme pasaban los años se fueron acercando cada vez más, hasta que se hicieron los novios de la generación.
Oh Dios, Johnny lo amaba tanto.
Amaba su bonita sonrisa que solo se mostraba por completo cuando estaba a su lado.
Amaba sus ojos tan expresivos que no sabían esconder sus sentimientos y lo observaban con tanto amor que parecía que podría derretirse.
Amaba sus manos porque siempre eran tan suaves y se sentían demasiado bien al momento de tomarlas.
Amaba su voz, aquella que le susurraba lo mucho que lo amaba cuando estaban a solas en su habitación.
Amaba esa personalidad tan salvaje que lo impulsaba a tratar de conseguir todo lo que se proponía.
Amaba que, sin importar la fecha, llegaba con algún detalle creado a mano porque veía muchos videos de manualidades y siempre pensaba en el.
Amaba que Doyoung amara las rosas blancas.
Porque su novio era tan puro e inocente en ciertos aspectos hasta el punto de nunca poder negarse a un favor porque se iba a sentir demasiado mal.
¿Cómo es posible que el universo pudiera jugar de esa manera? De todas las personas en ese accidente, de las miles de posibilidades existentes en todos los multiversos... El golpe tenía que ir directamente a su novio.
No estaba deseándole la muerte a nadie más, solo quería encontrar una respuesta.
No era justo que alguien tan lindo tuviese una muerte trágica y dolorosa.
Así que desde ese día no había podido dejar de llorar.
Lloraba día y noche.
Y todo el mundo estaba preocupado por el, por su bienestar.
Pero solo quería una respuesta del porque se lo habían quitado así, tan... Repentino y horrible.
Esa noche, en medio de su llanto, su mirada inconscientemente se dirigió al reloj en su pared.
11:11 PM.
"—¿Sabes cuál es mi hora favorita? El 11:11, puede parecer tonto pero espiritualmente tiene un significado bonito. Se dice que en esta hora hay cierta presencia espiritual, y en la numerología te indica que es hora de tomar en cuenta otros puntos de vista u otra forma de realizar tus asuntos."
Las palabras de Doyoung resonaron en su mente.
Y entendió que, tal vez, las personas con energía magnífica no pueden permanecer mucho tiempo en un mundo donde la sociedad es así de mala.
Así que al día siguiente se decidió por asistir a terapia.
No llores Johnny
No te encuentras solo en este mundo.
Está bien.
Yo no estoy enojado contigo.
A mí también me hace sentir sensible el mar.
Ir a terapia no es mala idea.
Tu también eres un ser maravilloso.
Probablemente las respuestas si están en los libros.
Estoy a tu lado.
Me rompes el corazón.
Así no me puedo ir.
No llores, Johnny
Deja de dedicarme cada acción o pensamiento
Deja ya de lado todo ese sufrimiento
Incluso si puede parecer un tormento
Piénsalo mejor, el dolor solo es de momento
Abre los ojos y mira más allá
Vive feliz, siempre habrá algo que nos unirá
Vive tranquilo, mi amor nunca se irá
Deja de llorar, algún día el dolor ya no estará.
No llores, Johnny
—No llores, Johnny —susurró Doyoung, colocando su mano sobre la mejilla de su novio. —Ya estás aquí.
