El día siguiente fue eterno para el Diablo, la incertidumbre oprimía su pecho evitando que pudiese pensar en otra cosa, hasta que la oscuridad nuevamente cayó en la tierra de los humanos. El tiempo pasaba y el no llegaba, Zee comenzaba a ponerse nervioso, no podía imaginar que le había ocurrido. Hasta que, en un momento, de la nada, Nunew apareció, angustiado, se abrazó con fuerza a él, esto llamó y esto su atención
- ¿Nunew, que ocurre?, ¿Sucedió algo? - preguntó
- Zee ..-
¡De la oscuridad emergió un segundo ángel que venía persiguiéndola
- Nunew si no regresas ahora mismo perderás tus alas y quedarás condenado al destierro! - exclamó
- No puede ser, ¡es un Diablo!, ¡¿Esa es la razón de tus escapes?!, Has perdido la cabeza?! –
Zee estaba dispuesto a enfrentarse con él, pero Nunew lo detuvo
- No lo hagas Zee... no te involucres, podrías ocasionar una guerra...-
- ¿Acaso ese Diablo te hechizó? - continuó aquel ángel
- Él no tiene nada que ver, es mi decisión venir aquí y estar a su lado - se defendió
- ¡Una cosa es que espíes a los humanos para observar sus costumbres y otra es que vengas a estas tierras para reunirte con un demonio, es una deshonra! –
- Vete, diles que no me importa que me quiten mis alas, pero no volverán a encerrarme jamás - dijo Nunew con determinación.
- Espero no te arrepientas de tu decisión...- sentenció por último el ángel y se marchó.
- Nunew... - susurró Zee
- ¿Puedes quedarte conmigo aquí? - preguntó el Ángel
- Yo haría lo que sea por ti...- sonrió él.
Se fueron juntos al pueblo y se alojaron en una confortable posada bajo sus falsas identidades. Ya en la intimidad de la habitación
- ¿Qué planeas hacer Nunew?... No puedes perder tus alas por esto... - dijo Zee
- No quiero pensar en eso ahora. En este momento sólo somos tu y yo Zee...- respondió el mientras se abrazaba a él.
Esos sentimientos le daban valor, su único deseo era compartir el mayor tiempo posible con Zee. Aquel Diablo la amaba y deseaba tanto que, el más mínimo gesto de parte de el era suficiente para desatar toda la pasión que había en su corazón. Pasaron días conviviendo en aquel pueblo, se sintieron tan completos juntos que llegaron a imaginar que tal vez esa es la vida que deseaban tener.
Aquellas noches de romance desenfrenado hacían sentir a Nunew que no dudaría en entregar sus alas con tal de estar al lado de Zee. Pero pronto descubriría que los sacrificios por amor tenían un límite
Durante ese tiempo no habían vuelto a tener noticias de parte de ese ángel que en esa ocasión persiguió a Nunew. ¿Será que habían desistido de la idea del castigo?, no, todo estaba a punto de volverse más difícil.
Un día llegó a manos de ella una nota en una paloma blanca, provenía del paraíso. Al leerla quedó impactado, no podía disimular su conmoción
- ¿Qué ocurre Nunew?, ¿Qué dice? - preguntó Zee que estaba junto a el
- Dice que los superiores han decidido perdonarme si regreso ahora, pero de no hacerlo mi familia será exiliada ya que la unión de un ángel y un demonio es un pecado de deshonor familiar...- respondió afectado
- No lo entiendo, ¿Por qué tanto interés en ti?, ¿Por qué no simplemente te dejan ir? –
- Es porque soy candidato a suceder a un arcángel... no es algo que dictamine nuestra sangre si no el azar. Hace un tiempo fui llevada a un palacio en mi mundo donde se me prepararía para mi futuro. Algunos estaban al tanto de que venía aquí porque me gustaba ver las cosas humanas y me lo permitían. Pero seguramente jamás creyeron que podría encontrar el amor en esta tierra y mucho menos que sería un Diablo - explicó el
- Nunew...-
- Debo admitir que era feliz con mi vida anterior, pero ahora que sé que existes no concibo otra forma de felicidad que no sea estar a tu lado Zee...- confesó mientras acariciaba el rostro de él
- Yo me siento igual...-
- No me importaría que me exiliaran, o que arrancasen una por una las plumas de mis alas hasta quitármelas... pero no puedo permitir que una inocente sufra por mi culpa, y mucho menos si son mis padres, estoy segura de que no saben nada de todo esto...-
- ¿Cómo lo sabes? –
- Porque si están tratando de convencerme de regresar es porque quieren solucionarlo entre nosotros sin que nadie se entere, sería un escándalo –
- Creo que puedo ver cuál será tu respuesta...-
Nunew entristeció su mirada
- Perdóname Zee.. pero ese es mi límite...-
El Diablo la rodeo con sus brazos, presionándolo contra su pecho
- No tienes que pedirme perdón, lo único que puede hacerme daño es verte triste... sólo quiero que sepas que lo que siento por ti es para siempre –
- Igual yo... sí tan sólo fuésemos de la misma raza las cosas no serían tan difíciles...- suspiró Nunew
- Tal vez... pero tampoco nos hubiésemos amado así, nos queremos porque somos diferentes, porque encontramos en las otras cosas que no conocíamos en nuestros mundos...- terminó él.
Nunew decidió responder aquel mensaje diciendo que regresaría esa misma noche, eligieron pasar sus últimas horas juntos en la intimidad de ese cuarto, amándose en esa pequeña libertad.
Antes de irse Zee le pidió bailar una última vez, pero siendo ellos mismo, sin disfraces, mirándose tal cuáles eran, solos entre esas cuatro paredes. Finalmente, el tan temido momento llegó, era la hora de despedirse. Fueron hasta el bosque en el medio de la noche como el prometió, se entregaría por propia voluntad.
ESTÁS LEYENDO
Mi Lindo Ángel - ZeeNunew
RomanceHasta entonces, te volveré a tener mi lindo ángel...