Extra: Dulce y dolorosa traicion.

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Anexo: Annabeth

La primera vez que lo vi supe que él sería un problema, algunas veces hay cosas que no deberían ocurrir

_ ¿Es necesario? _ pregunte hundiendo mi rostro en la almohada, mi lechuza me miro y luego volteo la cabeza confundida_ No quiero hacerlo, Pearl

El uniforme colgado ordenadamente en mi perchero, se mostraba imponente casi como con una amenaza, suspiré de nuevo y me removí entre las mantas haciendo un pequeño berrinche que nunca haría delante de nadie. Estaba molesta, tanto que quería gritarle a su madre por hacerla sufrir tanto ¿Cuánto le costaba dejarla ser feliz unos momentos?

No había tenido una vida fácil, su madre nunca se lo había dejado fácil. Había vivido toda su vida, como un títere el cual podría manipular sus hilos a su gusto: Perfecta, hermosa inteligente y recatada, una omega perfecta, digna sucesora de la famosa alfa, científica, filántropa y estratega Atenea Chase, sus fantásticos dotes intelectuales habían sido solicitados en todas parte del mundo, por lo tanto Annabeth nunca había vivido en un lugar fijo, volviéndola solitaria e introvertida, viviendo en una jaula de oro construida por la expectativa de su madre, agotándola cada día más.

Pero llegó San Francisco, un trabajo importante la necesitaba en ese lugar y ahí por cosas del destino era el lugar donde vivían su padre, madrastra y hermanos, fueron los mejores meses de su vida, se sintió acompañada y segura. Tan solo si pudiera vivir eternamente ahí, pero no. Su madre no le dio oportunidad, implacable como siempre, le informo que se irían otra vez y como la muñeca que era solo pudo asentir sin decir ni una palabra.

_ ¡No quiero ir! No es justo, por fin..._ sostuvo su rostro entre sus manos estresada _ ¡La odio! ¡Con todo mi corazón!

Un suave llamado en su puerta la hizo girarse al instante

_ Annabeth_ era la voz de su madre, su sutil olor a libros viejos muy parecido al suyo le llego

_ Pasa madre_ dijo levantándose y poniéndose recta con las manos apoyadas sutilmente en su abdomen

Su madre apareció, con un ajustado vestido gris y su rostro frío y sereno, casi como una estatua.

_ Alístate rápido, el chofer ya viene por nosotras _ le acarició el rostro con dulzura fingida y la miró fríamente _ Y quita ese rostro colérico, se la bonita omega que deberías ser, solo obedece hija. No me decepciones

Apretó los dientes y asintió

_ Sí madre_ la mujer se volteo y salió por la puerta silenciosamente

Se puso en modo automático, hundiendo sus sentimientos y arreglándose para salir, sus maletas ya estaban abajo, cogió su lechuza y bajó las escaleras

_ ¡¿Qué estás diciendo?! No, es un error del servidor ¡Iré inmediatamente! Y dile a esos inútiles que no toquen nada_ Su madre hablaba enfurecida, colgó y se sobo la frente irritada

_ Madre...

Alzó la mirada y la analizo, hundida en sus pensamientos

_ No podre viajar contigo, sube con Sebastián, nos veremos en New York_ concluyó sin ninguna explicación, solo ordenes, asentí

El viaje estuvo silencioso, un silencio pacifico, sin la interferencia de su madre, hablo un rato con Sebastián y tomó su vuelo a las siete de la mañana. Ojala se hubiera despedido de su familia, cogió el celular y releyó el mensaje que le había dejado su padre en la mañana

"Siempre tendrás un hogar con nosotros, iré por ti si me lo pides. Annabeth, te amo"

Sus ojos se llenaron de lágrimas, y la soga que le habían puesto desde su nacimiento la amarro aún mas

Opportunitá AU (Solangelo)(OmegaVerse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora