Un café, un papel y un girasol.

El eterno girasol...

Abrí los ojos y sin querer lo hallé, en el mismo lugar de siempre, en el jardín más grande; sobresalía de entre todas las rosas y era amarillo, el girasol más bonito que mis ojos hayasen visto, su color fue aquella la razón que me cautivó; y no entendía yo, no había explicación, pero él, él sobresalía de entre tantas rosas...
Fue tan pronta la manera en que marcó mi corazón, su huella y su aroma se penetraron abruptamente en mi ser...
Y entonces y sólo entonces descubrí que había vuelto a nacer, su color me alentaba a descubrir los más bellos tonos de la vida, su aroma avivaba mi corazón, corazón enamorado que buscaba la felicidad; y sin embargo la melancolía invadía mis pensamientos y me decía que el girasol pronto se marchitaría, era entonces cuando la tristeza me llenaba... Pero había algo, algo que me decía que disfrutara de mi eterno girasol...
Ese y sólo ese era el argumento perfecto para ser feliz con el más grande y hermoso... Mi eterno girasol; y es así y sólo así... Aunque se llegue a marchitar yo disfrutaré de él, y estará junto a mí siempre, lo admiro y admiraré siempre, mi eterno girasol.