Un café, un papel y un girasol.

A mi girasol bonito...

Soy yo aquí, escribiéndole una vez más, si pudiera ser dos yo fueran dos notas ahora, si fuera dos yo caminaría por la playa junto a él, cogiéndole de las 2 manos, le entregaría mis dos corazones y mis dos almas, de nuevo a él.
Si pudiera yo, convertiría todo lo que es en singular al plural, si fuera dos yo nos miraría desde otra parte con ojos de envidia, porque somos nosotros.
Pero no puedo, no es posible que sea dos yo, así que lo único que puedo hacer es quererle, no el doble, ni por dos, ni al cuadrado, ni sumado, ni así; al contrario de esto; quererle con la fuerza de tres mil latidos y doscientos litros de sangre que queriendo dar más de lo que tiene le da todo lo que es.