Creí que nada podía ser igual después de mi accidente, todo el sufrimiento que tenía acumulado en mi corazón desapareció gracias a él.
ahora deseo vivir otra vez.
Nuestros personajes son: Emilio, Vicente, Rebeca, Olivia, Evelin, Benjamín,
El Uber se estaciona al frente de mi casa, camino hacia el y entro. Le digo a donde me dirijo y empieza a rodar, mientras tanto saco mi móvil y abro la aplicación snapchat, me tomo un par de fotos con flash y lo guardo.
Al llegar, le pago al chófer y bajo del automóvil. Los chicos están parados en la entrada.
Los saludo a todos con un beso en la mejilla, y como siempre Vicente me halaga diciéndome lo preciosa que me veo.
A veces me sonroja su actitud, y muchas veces Rebeca me llego a comentar que el sentía una atracción hacia mi persona, pero realmente yo veo imposible que él se enamoré de mí.
-Emma, dime que trajiste un labial en ese bolso.
-Mmmm, no.
* Me quedo pensando si en mi bolso de mano alguna vez he tenido un labial *
-Siempre tan distraída, ven vamos a pintarte los labios de rojo carmesí.
*Me toma del rostro y empieza a pasar el labial por mis labios rotos, dejando una sensación fresca y pegajosa a la vez*
-Listo, ahora si estas divina.
-No es verdad que esta divina Benjamín?
-Pero por supuesto Chicas todas lo están ahora entremos que se me van las ganas de estar aca.
-Ay no sea desesperado, ya vamos.
Entramos y el ruido aturde mis oídos desde el momento uno, la música está demasiada alta para un lugar tan pequeño y cerrado. La bola disco marea de todos los colores que tiene, las personas ya se nota que están muy ebrias y hay vasos de plástico por todos lados.
Esta definitivamente no sería una noche agradable *pienso*.
Sin embargo paso entre la multitud hasta llegar a la barra de licores, pido un vodka con hielo, y todos los demás vino.
Desde que probé el vodka con mi padre siempre ha sido mi favorito.
Le doy un sorbo, y Vicente me invita a bailar. Yo acepto, y dejo mi vodka sobre la barra, deseando que nadie se lo tome por mí.
No soy muy buena bailando pero me gusta, es una forma de distraerme. Y es agradable bailar con Vicente. Sin darme cuenta Vicente ya estaba dándome un beso en la mejilla y diciéndome de nuevo que estaba muy bonita.
-Gracias Chente.
*Desde niña le digo así* Lo conozco desde primaria, siempre ha sido muy dulce conmigo, pero es una persona muy extrovertida, cariñosa y llena de vida, y yo soy lo contrario, siempre he sido callada, tímida, y un poco seca. Cosa que me hace dudar de nuevo como una persona como el se fijaría en mí, además nunca me ha confesado nada, así que alucino.
Después de tener rato bailando y sin decir palabra alguna, me separo de él y vuelvo a la barra. Suena mi móvil desde mi bolsa y me percato después de un buen rato, me río entre dientes y lo saco para ver quien llama..
Número desconocido. No decido contestar y pongo mi celular en modo avión.
La noche termina específicamente a las 10:30 y ya decido irme a casa por mi cuenta, marcando al uber de siempre, le indico mi dirección y que estaría en 7 minutos acá.
Mientras espero le cuento a los chicos sobre la llamada del número desconocido.
-Tal vez se equivocaron Emma, además tú no contestaste como podrías saber. (DICE EVELIN).
-Supongo que tienes razón.
Al momento se estaciona mi uber y me despido de los chicos.
Entro y le mando un mensaje a mi madre, diciendole que ya pronto estaría en casa.
El uber iba con normalidad, hasta que todo cambio...
En un instante, el automóvil se descontrola y se sale de la vía, siendo este el peor dia de mi vida, así causando un accidente que cambiará lo que queda de ella.
Sólo podía sollozar y balbucear unas cuentas palabras, pero un miedo recorría mi cuerpo que no me deja coordinar las palabras, cuándo ya es imposible estabilizar el auto, unos cuantos cristales rozar mi piel y me cortan, no puedo sentir dolor en estos momentos, sólo un pánico de perder mi vida aquí.
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Al encontrarme en esta situación, y el carro cauchos arriba, sólo podía pensar en mi madre, y aunque intentaba moverme para sacar el móvil, mi cuerpo no respondía, al instante sentí un dolor insoportable en mi pierna izquierda, cuándo me percato de un líquido rojo carmesí cubriendo mi brazo y llegando a mi rostro, como el labial de esta noche, sabía que algo no andaba bien..
Sabía que algo grave pasaba con mi pierna, pero no quería admitir que tenia miedo mirar.
Lo hice, igualmente lo hice, y mi pierna es atravesada por un tubo de metal el cual perforó mi muslo izquierdo, causando una hemorragia y borbotones de sangre sale de el, un miedo que me deja petrificada hace que me desmaye.
Después de eso no recuerdo lo que pasó.. Sólo se que desperté en un hospital y varios médicos trasladándose a cirugía. Yo con un inhalador en mi rostro, y medio cuerpo de mi seguía dormido, sin poder moverse.
Sólo podía pedir que por favor llamaran a mi madre. Al entrar en una sala completamente blanca y con una luz que penetraba mis retinas, y unos instrucciones en una mesa, Más sin embargo podía sentir un frío en mi pecho, que no me dejaba respirar y perdí el conocimiento de todo lo que sucedió a continuación..
