Y cayó con él, tal vez como él.

6 1 1
                                    

 De corazón a corazón. 

                                                       Capítulo 2

Caminar y caminar, al ritmo de la música voy. Empiezo a imaginar que estoy en un meme de esos que tenían música de fondo y con una animación muy chunga. Overdose de fondo, no soy muy fan de ese tipo de canciones pero esa realmente me llena de alguna manera. El gigante negro se había ido y me volví una palmera entre un montón de edificios, ahora creo que estoy solo yo y ese peso en mi espalda. Un peso en mi espalda, se sentía tan literal que solté un suspiro que me hizo entrar en razón al mirar atrás.
     Di un pequeño brinco por el susto que me dio esa cosa. ¿Había matado a alguien? Bajé con miedo la sábana blanca que llevaba y la dejé en el piso, mis pensamientos no eran más que plegarias para Dios por si había matado a alguien, abrí la sabana con temor. No sé ni donde estoy, probablemente no sé ni quien soy, pero sé que no será divertido estar de nuevo en esa jaula de hierro oxidado y mierda de rata. Y mi miedo se volvió realidad. Una pequeña niña se encontraba en posición fetal.


—Cazzo... Oye, niña —comencé a mover desesperado a aquel cuerpo diminuto—, niña, niña... ¡Niña!

Mi desesperación aumentó junto con el temblor que había en mi cuerpo. Todo se apagó cuando esa niña empezó a moverse y a quejarse.

—¿Ah? —Habló en voz baja mientras giraba su cabeza hacia mí. Parecía cansada.

Un suspiro de alivio salió de mi apestosa boca. Me levanté y miré a mi alrededor, al parecer había regresado al lugar donde estaba, ese callejón. Había regresado... ¡Al callejón! Estaba aquí, debería estarlo también Neima. Fue así que empecé a caminar en busca del mencionado y famoso Neima.

      Pero me interrumpió una sensación en mi pecho, algo había olvidado. Busqué por los bolsillos de mi pantalón y los de mi chaqueta, en ese momento me di cuenta que mi camisa estaba rota y volví a frustrarme, seguí y seguí buscando pero no lo encontré, ese pequeño pero tan bonito peine de color azul que tanto me gustaba. Suspiré y acepté la realidad, mi camisa y mi peine favorito. A ambos, RIP.

Seguí mi camino pero me sentía observado, no había sonidos, no había color, no había nada. Me detuve. Miré a mi alrededor y no había nada. Pero una mano pequeña estaba llamando mi atención desde abajo, bajé la mirada y era una niña, una niña blanca y canosa. Me puse de cuclillas para estar a su altura y la miré.

—¿Qué pasa, niña? ¿Estás perdida?

Aquella chica empezó a mover los labios, no pude escuchar nada, no pude ver nada, solo podía sentirme noqueado. "Oh merda, penso che questa merda mi stia facendo male..." pensé antes de caer en el agujero negro. 

[¿Y mi abuela?]

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 20, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

❝De corazón a corazón.❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora