Donde Simona logra entrar a la casa más famosa del mundo y se termina enamorando de uno de sus compañeros.
( Gran Hermano fanfic )
( Marcos Ginocchio x fem!oc )
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" Que pibe afortunado soy "
La mañana se hizo presente en la casa por la irritable música que ponían los de la producción para que nos despertemos, tampoco me costo levantarme ya que quería ver al salteño.
—Buenos días, mi julita —. Dije despeinandole un poco el pelo.
—Buenos días, mi simonita —. Respondió con una sonrisa.
—¿Que hacías? —. Pregunté parándome a su lado.
—Un licuado de pera, ¿querés?.
—Dale, de una —. Dije mirando hacia el patio pero él no estaba ahí.
—¿Buscas algo?.
—No, nada. Pensé que había visto a Alfa allá pero nada que ver —. Mentí mientras la ayudaba a pelar la pera, cosa que a ella no le estaba saliendo muy bien.
—Bueno, bastante bien nos quedó —. Dijo Ju, mientras le daba un sorbo al licuado.
—Muy bien diría yo —. Dije con una sonrisa.
—Buenos días, prima —. La voz de Marcos se hizo presente atrás de nosotras y rápidamente gire mi cabeza para observarlo con una sonrisa de oreja a oreja.
—Buenos días, primo —. Dijo Julieta, chocando los cinco con el salteño.
—¿A mi no me pensas decir "buen día"? —. Dije mirándolo.
—Estaba en eso. Buenos días, simo —. Dijo dejando un beso en mi mejilla, acto que me tomó desprevenida a mí y a Julieta.
—Ah bueno —. Dijo Julieta, a mi lado.
—Buenos días, primito —. Dije con una sonrisa.
—¿Que están tomando? —. Preguntó sentándose a mi lado.
—Licuado de pera.
—Pero ya no queda más —. Dijo Ju, en la esquina.
—Toma, te doy el mio —. Dije ofreciéndole mi vaso.
—No, tómalo vos. Yo me hago un tecito —. Dijo parándose y yendo hacia la estantería.
—Como quieras.
La ex diputada se unió a la conversación que estábamos teniendo con Ju, mientras yo esperaba a que el salteño termine de hacerse su desayuno para ir con él afuera.
—Vino Juliana recién a pedirme perdón por todo, se ve que está cagada hasta las patas —. Informó Romina.
—A nosotras no nos ha venido a decir nada, pero estoy segura que en breve viene —. Dijo Ju.
—Y si, es obvio. Juliana no se quiere ir, entonces no le queda otra que pedirnos perdón a todos, así la gente lo ve y tenga más chance de quedarse porque van a pensar que cambio. Cosa que no es así —. Respondí encogiendome de hombros.
