Descubrí el poder de esa pepita de oro que llaman clítoris a mis 17 años.
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Compartía la habitación con mi familia, habían dos camas, mi cama estaba colocada hacia la pared de manera horizontal, y el de mi progenitor de manera vertical, lo cual me daba cierta ventaja porque no podía verme, pero siempre me decía : Mira la pared y duerme.
Acostada en mi cama, finjo estar dormida, mi progenitor estaba mirando televisión, el ruido y la luz no me dejaban dormir, necesito silencio y oscuridad absoluta para conciliar el sueño, pero no lo comprende. Así que vago entre mis pensamientos absurdos de una chica adolescente y virgen.
Estos pensamientos fueron interrumpidos por la trama de la película, y aunque no lograba ver, escuchaba y eso bastaba.
Parecía que era una película para adultos, así que mi morbo me mantuvo atenta, necesitaba mirar, así que muy despacio, me giro para dejar de ver la maldita pared, con los ojos cerrados para que mi progenitor crea que seguía durmiendo, en un movimiento brusco, hago que la sábana cubra parcialmente mi rostro.
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Es una película un poco antigua, la resolución de la imagen es bastante mala, pero sigo mirando. Hay dos amigas en un bar de mala muerte conversando y bebiendo, una de ellas coquetea visualmente con varios hombres que pasan por su mesa, en un momento no hay diálogo solo música, ella baila muy sensual delante de los hombres con los que estuvo coqueteando... y de pronto comienza a gritar.
No de miedo, era un grito desgarrador, un grito de auxilio. Definitivamente no era una película adecuada para mi edad, pero no podía dejar de mirar, estaba hipnotizada...
Y es allí, en ese preciso momento, sin explicación alguna, mis dedos comenzaron a dibujar círculos en mis muslos, me erizo rápidamente y subo a mi ombligo, juego un rato ahí y decido bajar y bajar. Siento el fino vello púbico y sigo bajando, mi dedo índice hace un movimiento de rasguñar en medio de mis suaves labios vaginales, sin razón alguna, o con mucha razón inconsciente de lo que estaba a punto de encontrar.
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Esa escena dura poco más de 5 minutos, mi dedo índice sigue explorando hasta que siento que en medio de mi vagina hay una bolita que al rozar con mi dedo, se contrae y me causa una electricidad corporal bastante placentera.
Esto era nuevo para mi, sigo moviendo el dedo y mirando la película, que ya luego comprendí que eso me estaba excitando. Pero no sabía nada de sexo, no sabía si lo que yo estaba haciendo, era correcto o no, solo sabía que me gustaba y no quería dejar de mover el dedo.
Luego de algunos minutos, mi juego es interrumpido por un líquido. Me asusté, me asusté mucho y pensé que me había orinado, no sabía que hacer, o cómo limpiarme, así que introduzco un dedo más, y cómo quien mete los dedos en un pastel para probar el sabor, de esa misma forma, muevo mis dedos para rescatar un poco de ese líquido y llevármelo a la nariz, necesitaba saber si era pichi o no.
Lo huelo, es inoloro, separo mi dedos índice y medio y veo como ese líquido, se estira.Wow.
Me limpio con la sábana, y llevo nuevamente mis dedos a mi vagina.Sigo tocando y explorando, la curiosidad me invade, no podía ( quería) detenerme. Estaba muy mojada, subía y bajaba para buscar de donde salía ese líquido viscoso. Tenía que salir de algún lugar, y en mi búsqueda, rocé nuevamente la bolita en la parte superior de mi vulva, y cuando lo hice, en esos microsegundos, dejé de sentir mis pies.
Wowww... Me asusté aún más.
Sentí una corriente, mis piernas se estremecieron. La película me había dejado de importar en ese momento y me concentré en mi, y en no ser descubierta.
Me coloqué boca arriba, abrí las piernas y le di a mi cuerpo lo que me pedía.
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Era cansado "rasguñar" esa bolita, así que con la yema de mis dedos empecé a frotarme y la sensación cambió, podía sentir mi hueso, realmente no sabía que es lo que estaba haciendo, sólo sabía que me gustaba y quería más.
¿ Cuántas sensaciones diferentes me puede ofrecer este nuevo amigo que he descubierto entre mis piernas ?Mi mano izquierda decide subir a mis pechos, Oh wow ! Que suaves están, nunca las había sentido tan suaves, mis pezones están erectos.Mis dedos abajo, siguen frotando, y por una extraña razón yo tengo la necesidad de abrir la boca, empiezo a respirar por ahí, un sonido que jamás he hecho, quiere salir de mi garganta, muy distinto a gritar, solo sé que debo guardarlo porque sino me descubrirán.
Mi juego está a punto de terminar, mis dedos están agotados, mis piernas no pueden estirarse más, mi mano izquierda sigue manoseando mis pechos, y pellizco mi pezon y al pellizcarlo mi vagina se contrae, ¿ Porqué se contrae ? ¿ Cuál es la conexión de mi pezon con mi vagina ? No comprendo nada, muerdo mis labios, siento que necesito gritar, frunzo el ceño, y siento que mi rostro hace expresiones que jamás las he hecho, sigo mordiéndome los labios, cierro los ojos, sigo frotando, lo hago muy rápido, aprieto las piernas y de pronto, dejo de sentir mis pies, una electricidad se expande desde mi vulva por todo mi cuerpo, esa electricidad pasa por mis piernas, abdomen, brazos, todo...y siento que un líquido caliente moja mi entrepierna, mi cuerpo libera su presión y mi concha también.
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Siento que despierto de un coma, mis piernas ya no están rígidas, muevo los dedos de mis pies para poder sentirlas... y sí, siguen ahí. No entiendo porque cuando empezó la electricidad, las dejé de sentir... mi respiración es agitada, así que inspiro y espiro para poder volver a la normalidad.
¿ Pero cuál normalidad ? Ya no me siento normal, ya no me siento una adolescente y ahora sé lo que mis dedos pueden hacer, y lo que mi cuerpo puede sentir.
Esto es algo muy preciado, esto es algo tan mío. Esta soy yo, amándome.
Voy amarme más seguido.
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DEDOS INOCENTES | + 21 |
Romance• Descubrí el poder de esa pepita de oro que llaman clítoris a mis 17 años. • PROHIBIDA LA COPIA O DISTRIBUCIÓN, SU USO COMERCIAL, O REALIZAR UN TRABAJO DERIVADO DE TAL.