Shifting - Expansión de conciencia

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Antes de que la explicación continúe, es esencial definir el mecanismo por el cual, la mente humana, ejerce la función conocida como conciencia, y describir la forma en que opera esa conciencia para deducir el significado de los estímulos que recibe.

Primero consideraremos el carácter fundamental del mundo material en el que tenemos nuestra existencia física, con el fin de percibir con precisión, la materia prima con la que debe trabajar nuestra conciencia.

El primer punto es que los términos materia y energía, tienden a ser engañosos para indicar dos estados de existencia claramente diferentes en el mundo físico que conocemos; de hecho, si se toma el término materia para significar "sustancia sólida en oposición a la energía" se entiende que significa una fuerza de algún tipo, entonces, el uso de este es completamente engañoso.

La ciencia, ahora sabe que ambos electrones, que giran en el campo de energía, localizados alrededor del núcleo del átomo y el núcleo mismo; se componen de las rejillas de energía oscilantes solamente, por lo que la materia sólida, en la construcción estricta del término, no existe. Más bien, la estructura atómica está compuesta por rejillas de energía oscilante rodeadas por otras rejillas de energía oscilante que orbitan a velocidades extraordinariamente altas. 

Bentov, en su libro "Acechando al péndulo salvaje", menciona que la red de energía que compone el núcleo del átomo vibra a aproximadamente 1022 Hertz (10 seguido de 22 ceros); a 70 grados Fahrenheit, un átomo oscila a una velocidad de 1015 Hertz; una molécula completa, compuesta por varios átomos, unidos en un solo campo de energía, vibra en el rango de 109 Hertz y una célula humana vibra a aproximadamente 103 Hertz.

El punto es que, todo el ser humano; el cerebro, la conciencia y todo, es como el universo que lo rodea, un sistema extraordinariamente complejo de campos de energía; los llamados estados de la materia, son en realidad, variaciones en el estado de energía y la conciencia humana es una función de la interacción de la energía en dos estados opuestos (movimiento y reposo).

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La energía crea, almacena y recupera significado en el universo al proyectarse o expandirse a ciertas frecuencias en un modo tridimensional que crea un patrón viviente llamado "holograma".

Se entiende más fácilmente cuando se visualiza un cuenco de agua, lleno completamente, donde se dejan caer 3 guijarros; a medida que las ondas creadas por la entrada simultánea de los 3 guijarros se irradian hacia el borde del cuenco, la superficie del agua se congela repentinamente para que el patrón de ondulación se conserve instantáneamente; quitándose el hielo y dejando las 3 piedras todavía en el fondo del recipiente, entonces el hielo se expone a una fuente de luz potente y coherente, como un láser y da como resultado un modelo tridimensional de la posición de los 3 guijarros suspendidos en el aire.

Los hologramas son capaces de codificar tantos detalles que, por ejemplo, es posible tomar una proyección holográfica de un vaso de agua de un pantano y verlo con aumento, para ver pequeños organismos no visibles a simple vista cuando se examina el vaso de agua.

El concepto de holografía, a pesar de sus implicaciones científicas, solo ha sido conocido por el físico, desde que Dennis Gabor elaboró los principios matemáticos  subyacentes en 1947 (ganando posteriormente un Premio Nobel por su trabajo).

Por lo que la demostración de laboratorio de Gabor, solo se produjo años después tras la invención del láser.

 Lyall Watson, biólogo, explica que el tipo de luz más pura, disponible para nosotros, es la producida por un láser, ya que envía un rayo en el que todas las ondas son de una frecuencia, como las producidas por un guijarro ideal en un estanque perfecto; cuando los dos rayos láser, se tocan, producen un patrón de interferencia de ondas claras y oscuras que se pueden grabar en una placa fotográfica; y si uno de los rayos, en lugar de provenir directamente del láser, se refleja primero en un objeto como un rostro humano, el patrón resultante será muy complejo pero aún se podría grabar, por lo que el registro será un holograma de la cara. 

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Aunque dejásemos caer nuestro holograma congelado del patrón ondulado en el piso y lo rompiéramos en varias piezas, cada pieza individual, recreará la imagen holográfica completa por sí misma; cuanto más pequeña sea la pieza, más borrosa y distorsionada será la proyección holográfica resultante, pero el hecho es que se haría una proyección completa.

La clave para crear cualquier holograma, es que la energía en movimiento, debe interactuar con la energía en un estado de reposo; para percibir el significado de un holograma, la energía (en este caso, una fuente de luz coherente como un rayo láser), debe pasar a través de un patrón de interferencia, generado por la interacción entre la energía en movimiento y la de reposo.

En el experimento de Bentov, este requisito se cumplió cuando se mantenía el patrón de interferencia congelado frente a la luz coherente, para proyectar la imagen holográfica tridimensional (su "significado") en el espacio.

Marilyn Ferguson, editora de Brain/Mind Bulletin, menciona que otra característica de un holograma es su eficiencia, se pueden almacenar miles de millones de bits de información en un espacio diminuto y el patrón de la fotografía holográfica, se almacena en todas partes en la placa.