𝘊𝘶𝘳𝘪𝘰𝘴𝘪𝘵𝘺 | 𝔐𝔢𝔤𝔲𝔯𝔲 𝔅𝔞𝔠𝔥𝔦𝔯𝔞

Cap. 8

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Kuon... así que esa es tu estrategia... vaya idiota.—Pensó para sí misma la mayor observando desde lejos a un peli café que nunca le agradó, a lo largo de su carrera futbolística había llegado a conocer muchos tipos como él y que por suerte todos habían tenido el mismo destino, la derrota.— Suspiró sabiendo que el chico no tenía remedio, aunque sin tomarle demasiada atención se dedicó a observar a los receptores de aquella información, eran unos bobos, como podían fiarse de alguien tan fácilmente? no negaba que los hermanos Wanima tenían un buen arma, y la verdad es que solía imaginarse en sus rostros el emoji de un Moai aunque para evitarse la risa siempre mordía suavemente su lengua. Al terminar de desayunar tomaría los documentos frente a ella y caminaría hacia la oficina de Ego, tenía su reporte semanal listo cosa que la aliviaba bastante.—

—Al ya haberle entregado la carpeta a Ego echaría un vistazo a los partidos en curso, llegando justo en el mejor momento, algo le decía que se venía algo genial, fijó su mirada en Isagi y luego en Chigiri, observando con una sonrisa de alivio como el equipo Z se mantenía vivo, aunque le causaba asco Kuon no podría comentar nada sobre el, total ella estaba ahí para apoyar a todos y sabía lo que era ser profesional, aunque las ganas de patearlo no se la quitaba nadie. Al observar varios minutos y sin ver muchas cosas interesantes en aquel decidió pasar por el cuarto del equipo V, donde si, no tenía favoritismo pero amaba lo extravagante que eran algunos jugadores. Se encaminó a esta y al llegar colocó su identificación sobre una máquina identificadora, amaba esa tarjeta y sus beneficios. Al entrar se encontró a un Reo y a un Nagi en una posición bastante extraña, aunque ella ya había visto de todo en esas instalaciones. Nagi se encontraba acostado en la cama con la cabeza colgando mientras jugaba videojuegos mientras que Reo se encontraba acostado en la típica posición cuando te acuestas en la cama, apoyando su cabeza en una almohada.—

Miyasaki-san!—Fue sorprendida apenas puso un pie en las instalaciones por una mirada fija en ella, era la del de cabellos blancos, sintiendo algo de calor dentro de aquella habitación decidió sacarse su abrigo y tirarse sobre ambos chicos, viendo las divertidas expresiones de los mismos.—Hace tiempo no vienes a visitar a nuestro equipo, Miyasaki-sempai.—Dijo el de cabellos morados abrazándola contento, amaba el comportamiento de esa mujer, juraba que a veces llegaba a ser igual que Nagi y una versión femenina del de cabellos blancos quizás no le venía tan mal. Al escuchar un quejido por parte del cabellos blancos decidió empujarlo suavemente haciendo que este terminara de caerse teniendo una caída bastante graciosa cosa que hizo que el peli morado sonriera satisfecho y que la mujer se separara del abrazo y fuera a darle atención al "accidentado".— Are you okay? Nagi? Copito, Oye... revive... ay no, se nos fue.—Reo no pudo más de la risa al observar la expresión se confusión mundial del de cabellos de nieve, la pelirroja se lanzaría al suelo abrazando cariñosamente al de ojos grises, acariciando suavemente su mejilla sintiendo como fijaba su vista en ella, amaba que aquellos ojos tan profundos la vieran solo a ella, y bueno, a Reo, aunque a él lo veía todo el tiempo.—

Los acompaño a almorzar, tienen un partido próximo y tienen que estar bien cuidados... y si por casualidad ven a un idiota con cara de ciego no le hagan caso. —Dijo la mayor dejando confundido al de cabellos morados, el cual al mismo tiempo cargaba a su compañero que nuevamente había tomado la consola, asintiendo no muy seguro. La pelirroja pidió su almuerzo y luego el de Reo y Nagi dejando los platos sobre la mesa en poco tiempo, al rato se les unió Zantetsu cosa que alegró a la mayor, le gustaba compartir con los chicos, no tenía preferencias pero le gustaba ver la buena relación del equipo V. Cuando estaban por terminar de almorzar, habiéndolo previsto, se acercó el traidor del equipo Z, Kuon. La mujer ignoró completamente al de cabello café desde su llegada a la mesa, sintiendo molestia porque al mismo tiempo se le había ido un poco el apetito, aún así terminó de comer todo, estando atenta a la conversación, aunque al ver las reacciones de Reo, Nagi y Zantetsu una sonrisa juguetona se posaría sobre sus labios, mirando fijamente hacia Reo, guiñándole un ojo dándole a entender que habían hecho lo correcto.—